174Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401174174ISSN 2542-3401/ 1316-4821González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de NutriciónUNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821Riesgo cardiometabólico en estudiantes de la carrera de nutrición y dietéticaRecibido (15/09/21 ) Aceptado (13/10/21) Resumen: El riesgo cardiometabólico describe las probabilidades de que una persona sufra un daño en el corazón o en los vasos sanguíneos. De allí la relevancia de determinar este tipo de riesgo en los estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Técnica de Babahoyo. Para ello, se midieron indicadores como el perímetro de cintura, la fórmula cintura / talla, sexo, índice de masa corporal, índice cintura-estatura ICE, la actividad física y el método inductivo-deductivo, en una población de 100 estudiantes. Se encontró que el estado nutricional predominante en las estudiantes femeninas es el sobrepeso y la obesidad. Esto indica que un 29% de estudiantes femeninas tienen un riesgo cardiovascular aumentado. Con respecto al riesgo cardiometabólico, se determinó que las estudiantes femeninas tienen un índice de 36%, a diferencia de los estudiantes masculinos con un 11%. Cardiometabolic risk in students of the nutrition and dietetics career, Technical University of Babahoyo, Babahoyo, Ecuador Abstract: The cardiometabolic risk describes the probabilities of a person to suffer a heart or blood vessels damages. Hence the relevance of determining this type of risk in the students of the Nutrition and Dietetics career of the Technical University of Babahoyo. For this purpose, indicators such as waist circumference, waist/height formula, sex, body mass index, waist-height index ICE, physical activity and inductive-deductive method were measured in a population of 100 students. It was found that the predominant nutritional status in female students is overweight and obesity. This indicates that 29% of female students have an increased cardiovascular risk. With regard to cardiometabolic risk, it was determined that female students had a rate of 36%, compared with male students with 11%.Walter Adalberto González Garcíahttps://orcid.org/0000-0002-5907-8473wgonzalez@utb.edu.ec Universidad Técnica de BabahoyoBabahoyo - EcuadorAndrea Michelle Prado Matamoroshttps://orcid.org/0000-0002-5321-6580aprado@utb.edu.ecUniversidad Técnica de Babahoyo Babahoyo - EcuadorKarla Gisella Velásquez Pacchahttps://orcid.org/0000-0002-4171-3950kvelasquez@utb.edu.ecUniversidad Técnica de Babahoyo Babahoyo - EcuadorFanny Concepción Suarez Camachohttps://orcid.org/0000-0001-8944-270Xfsuarez@utb.edu.ec Universidad Técnica de Babahoyo Babahoyo - Ecuadordoi: https://doi.org/10.47460/uct.v25i111.528Keywords: cardiometabolic risk factors, overweight, obesity.Palabras clave: factores de riesgo cardiometabólico, sobrepeso, obesidad.
175Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401175175ISSN 2542-3401/ 1316-4821González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de NutriciónI. INTRODUCCIÓNEl riesgo cardiometabólico se reere a las probabili-dades de que una persona tenga un daño en el corazón o en los vasos sanguíneos cuando aparecen uno o más factores. Estos factores de riesgo incluyen la obesidad y una alta medida de colesterol “malo” (lipoproteínas de baja densidad LDL) en la sangre. Así mismo, indica la predisposición a la aterosclerosis y diabetes mellitus tipo II, enfermedades metabólicas caracterizadas por hiperglucemia, resultado de defectos en la secreción de insulina, o de la acción de la misma, o ambos, que están asociados a la obesidad abdominal y la insulina resis-tencia. En el mundo, el 71% de la mortalidad se debe a ese tipo de enfermedades no transmisibles [1].Mejorar los hábitos alimentarios y el estilo de vida son los dos pilares fundamentales para la prevención del riesgo cardiometabólico, y las estrategias básicas de prevención son de dos tipos. La primera se concentra en la actividad física y el control del peso, y la segunda, se reere al tratamiento de los factores de riesgo metabó-lico. No existe un tratamiento estándar debido a que el tratamiento puede variar de acuerdo a las características de la situación de cada persona, y por tanto, debe ajus-tarse al estilo de vida.En este artículo, se determinarán los riesgos cardio-metabólicos que presentan los estudiantes de ambos se-xos de la carrera de Nutrición y Dietética de la Univer-sidad Técnica de Babahoyo, de la ciudad de Babahoyo, Ecuador, lo cual servirá para recomendar estrategias de prevención de las consecuencias de esos factores. Se organizará el texto de acuerdo a un orden de ex-posición que se inicia con una introducción, donde se planteará el propósito principal de la investigación. Pos-teriormente se hará un desarrollo que exprese los ante-cedentes del problema, así como los conceptos y expli-caciones pertinentes al tema, mediante una revisión del estado del arte del asunto tratado. Luego, se expondrá la metodología utilizada, de cuya aplicación se obtendrán unos resultados expuestos a continuación. Estos datos arrojados por el estudio serán objeto de discusión que arrojará unas conclusiones, que se presentarán al nal. II.DESARROLLOA.Los riesgos cardiometabólicos La literatura cientíca muestra una constante vin-culación de factores de riesgo metabólicos con la pre-sencia de enfermedades cardiovasculares, tales como la arterosclerosis, y otras dolencias, entre las cuales se cuenta la diabetes II. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cla-sicado estos factores de riesgo cardiometabólico en principales y emergentes [1]. Se considera como fac-tores de riesgo principales o modicables: al sedenta-rismo, la dieta baja en bra y rica en grasas saturadas y colesterol, tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes mellitus, y dislipidemias. En segundo término, los fac-tores de riesgo emergentes son: la homocisteina y la proteína C reactiva de alta sensibilidad [2].Estas situaciones evidencian los malos hábitos ali-menticios y los estilos de vida poco favorables de los individuos con un perl de riesgo cardiometabólico marcadamente más desfavorable. Las enfermedades no transmisibles son una de las principales causas de mor-talidad en todo el mundo. Se ha estudiado la asociación del sobrepeso y la obe-sidad que se inicia en niños y adultos jóvenes y progresa a lo largo de la vida, con el proceso del aterosclerosis. Esta, como otras enfermedades cardiovasculares, re-presenta una de las principales causas de muertes en la población mundial. Los malos hábitos alimenticios y el estilo de vida contribuyen grandemente con el es-tado de sobrepeso y obesidad asociados principalmente a grandes riesgos cardiometabólicos [3], por lo que la detección temprana de alguna enfermedad crónica no transmisible, contribuye favorablemente a disminuir los factores de riesgo asociados.B.Antecedentes de estudios en población estu-diantilEn diversos estudios focalizados en poblaciones es-tudiantiles de instituciones educativas, se ha constatado y conrmado esta relación entre la obesidad y el sobre-peso, por una parte, y, por la otra, el riesgo cardiometa-bólico. Así, se realizó un estudio epidemiológico, trans-versal y descriptivo entre estudiantes universitarios de la región centro-occidente, en la Universidad Michoa-cana de San Nicolás de Hidalgo, México. Se incluyeron 141 estudiantes seleccionados de manera aleatoria entre 20 y 24 años de edad, que representan el 15% del total de la matrícula de alumnos de quinto año de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas ''Dr. Ignacio Chávez''. Este trabajo se llevó a cabo en el periodo comprendido entre el 25 de febrero al 28 de abril del 2010 [2]. Para determinar los riesgos asociados a las variables clínicas y metabólicas, se empleó la tabla de contingen-cia que involucró dos variables de tipo dicotómico. De las variables clínicas, una fue el hábito tabáquico ya fuera positivo o negativo; el cual está asociado a la va-riable dos que es el género, además de la circunferencia abdominal, hipertensión arterial, obesidad o sobrepeso. Se encontró que el riesgo relativo principal en la mues-tra es la circunferencia abdominal (razón de riesgo = 1.908), siguiendo en orden de importancia el tabaquis-UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821
176Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401176176ISSN 2542-3401/ 1316-4821mo, sobre todo en sujetos del género masculino (razón de riesgo = 1.841), los cuales presentaron un riesgo 84 veces mayor con respecto a los que no fuman. Otro ries-go importante en las variables clínicas es el sobrepeso 1,492 y la obesidad 1,221 Por otros estudios, se sabe que la obesidad aumenta el riesgo de que un indivi-duo presente otros factores de riesgo cardiometabólico (FRCM). Alrededor del 33.3% de los estudiantes pre-sentaron sobrepeso u obesidad. Se presentó con mayor frecuencia en los varones [2].Otro país donde se han realizado este tipo de eva-luaciones en la población estudiantil, es Chile, donde se midieron los factores de riesgo cardiometabólicos, especialmente la actividad física y el sedentarismo en universitarios chilenos [4]. El objetivo de ese estudio fue estimar la asociación entre los Factores de Ries-go Cardiometabólico (FRCM), la actividad física y el sedentarismo en estudiantes universitarios chilenos. El método empleado fue un estudio de corte transver-sal, en una muestra de 326 estudiantes matriculados el año 2014 en la Universidad de La Frontera, Temuco, Chile, seleccionados en forma aleatoria, estraticada según facultad, carrera y sexo. Se encontraron los si-guientes resultados: los estudiantes con poca actividad física tuvieron mayor probabilidad de tener obesidad abdominal (Odds ratio [OR]: 4,68; IC 95% 1,86-11,73), síndrome metabólico (OR: 3,80; IC 95% 1,23-11,73) y triglicéridos elevados (OR: 2,61 IC95%; 1,18-5,75), en comparación con aquellos estudiantes que realizaban Actividad Física moderada o vigorosa (p < 0,05). No se observó asociación entre FRCM y sedentarismo, inclu-so después de ajustar por actividad física.C. La obesidad y el sobrepeso en el mundo y en EcuadorLa obesidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se dene como la acumulación anormal o excesiva de tejido adiposo que representa un riesgo para la sa¬lud [5]. Es así como, en la última mitad del siglo, se ha convertido en un problema de salud públi-ca global, ya que incrementa la morbilidad y la morta-lidad [6]; además, existe el riesgo de desarrollar otras enfermedades crónicas como Diabetes Mellitus 2, en-fermedades cardiovasculares, cáncer, patologías mus-culoesqueléticas, entre otros. De acuerdo con la OMS, se cataloga con sobrepeso a los individuos con un IMC mayor o igual a 25 kg/m2 y obesidad con un IMC ma-yor o igual a 30 kg/m2. [5].Se considera, desde un punto de vista global, que la obesidad es una pandemia que afecta a varios gru-pos etarios y es un factor de riesgo para múltiples en-fermedades crónicas que reducen la calidad de vida y aumentan la morbimortalidad. La falta de eciencia en las estrategias focalizadas a una sola área de la salud, muestran la necesidad de establecer un abordaje mul-tidisciplinario en el cual se deben incorporar terapias cognitivo-con¬ductuales, entrenamiento físico, nutri-ción, farmacología y cirugía bariátrica [7].De acuerdo a la Encuesta de Salud y Nutrición (Ens-anut), la prevalencia del exceso de peso en la población ecuatoriana es de alrededor de 62% en adultos mayo-res de 19 años y menores de 60. Es interesante el dato histórico de que, entre 1985 y 2016, Ecuador presenta un aumento del 10.9% que, si comparamos con otros países de América Latina, reeja un crecimiento media-no, pues Perú registra un aumento de 10,4%, Colombia 12,4, Bolivia 11,2 y Argentina 15,2%. En cuanto a las mujeres con obesidad, Ecuador presenta un aumento mayor, del 14,1% [8].En Ecuador, aun cuando la desnutrición sigue siendo uno de los más importantes problemas de nutrición en Ecuador, pues en 2018 se registraba una tasa de des-nutrición crónica del 23% en la población de menores de cinco años y de 27,2% en menores de los dos años, se ha sabido que 35 de cada 100 niños de 5 a 11 años, sufren de sobrepeso y obesidad, lo cual coloca esta si-tuación como uno de los principales factores que afec-tan la salud de la población infantil y joven del país. La mayor parte de esta obesidad y sobrepeso se registra en la población urbana (36,9%), pero también existe en la población rural (32.6%) [8].D. Elementos para el diagnóstico y el tratamientoLa obesidad abdominal es actualmente un problema de salud pública de primera importancia, debido a su elevada prevalencia en todo el mundo. El aumento del tejido adiposo en nuestro cuerpo como consecuencia de las dietas hipercalóricas y el bajo gasto energético, y en particular el incremento de la grasa visceral abdominal, tienen un papel primordial en las enfermedades cardio-vasculares y metabólicas. La explicación de este hecho, ampliamente mostrado en la literatura cientíca, es que la obesidad abdominal cursa con una lipolisis acelerada, lo que provoca un aumento de ácidos grasos libres cir-culantes y una oferta excesiva de estos al hígado. Esto genera resistencia a la insulina e hiperinsulinemia, ade-más del aumento de la síntesis de glucosa, triglicéridos y lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) en el hí-gado [4].Se han descrito diversos mecanismos siopatológi-cos que involucran el sobrepeso y la obesidad en la gé-nesis de la enfermedad arterial coronaria; entre ellos se encuentran: La predisposición genética, sedentarismo, malos hábitos alimentarios, la inamación, disfunción González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de NutriciónUNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821
177Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401177177ISSN 2542-3401/ 1316-4821González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de Nutriciónendotelial, dislipidemia, aterosclerosis, hipertensión ar-terial (HTA), disminución de adiponectina, aumento de los niveles de leptina, resistencia a la insulina, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico, y, las complica-ciones derivadas de estos.En relación al factor genético, se han descrito alre-dedor de 130 genes relacionados con la obesidad y el número continúa creciendo. Entre los genes implicados en la etiología de la obesidad se encuentran genes que codican péptidos de función senal de hambre y sacie-dad, genes implicados en el crecimiento y diferencia-ción de los adipocitos, genes metabólicos y genes im-plicados en el control del gasto energético. Con la identicación de la mutación ob en ratones genéticamente obesos ob/ob representa el punto de par-tida documentado de la acción de los genes en la obe-sidad, estos ratones desarrollan obesidad, resistencia a la insulina e hiperfagia. El gen ob es responsable de la producción de leptina y se expresa igualmente en hu-manos. Se ha descrito en varias familias con obesidad temprana, acompañada de alteraciones neuroendocrinas como hipogonadismo hipogonadotropico. Lo mismo sucede con el gen db responsable de la codicación del receptor de la leptina y también encontrada en humanos.Las mutaciones en el gen humano que codica la proopiomelanocortina (POMC), produce obesidad se-vera por fallo en la síntesis de la hormona estimulante de los melanocitos alfa (MSH-α, del inglés melanocytes stimulant hormone) un neuropeptido que se produce en el hipotálamo, e inhibe el apetito. El gen FAT codica la carboxipeptidasa E, una enzima procesadora de pep-tidos, que participa en el procesamiento de hormonas y neuropeptidos, la mutacion de este gen causa obesidad en ratones. La proteína relacionada con aguti (AGRP, del inglés, protein relationship of agouti) se expresa con el neuropeptido Y (NPY) en el hipotalamo y antagoniza la accion de la MSH-α en los receptores de melanocor-tina 4 (MC4, del inglés, melanocortine 4); la mutación del gen aguti produce obesidad por una expresión ectó-pica de la proteína relacionada con el aguti. Por otra parte, una mutación en los genes que codi-can los receptores activados por proliferadores de pe-roxisomas gamma (PPARs gamma, del inglés, receptors activate proliferators of peroxisomes gamma) un factor de transcripción de adipocito necesario para la adipoge-nesis, ha sido relacionado con la obesidad [9].El sedentarismo es denido como la inactividad fí-sica o la realización de esfuerzos físicos mínimos para llevar a cabo una determinada actividad, lo que produce a lo largo plazo, la acumulación de grasa visceral. Au-nado a esto, una dieta rica en carbohidratos, lípidos y baja en proteínas, predispone a que el individuo presen-te aumento de peso corporal. Esta dieta, junto al taba-quismo, forman parte de los llamados factores de riesgo modicables de las enfermedades cardiovasculares que han sido bien denidas y son bien conocidas desde hace décadas, las cuales conllevan al aumento de la presión arterial, la glicemia y los lípidos.Se ha evidenciado que el sobrepeso y la obesidad son el resultado de un balance positivo de energía, oca-sionado por un desequilibrio entre el consumo y el gas-to energético total. A esto se agrega un mayor sedenta-rismo, incremento en el tamaño y número de porciones, consumo de alimentos con alta densidad energética y de bebidas con azúcares añadidos, por ejemplo: los refres-cos o los jugos industrializadosPara el diagnóstico del sobrepeso y la obesidad son importantes los siguientes criterios: El índice de masa corporal (IMC) que es la proporción relativa entre el peso y la estatura del paciente. Se calcula usando el peso del paciente en kilogramos y dividiéndolo por la altura en metros al cuadrado: (1)El resultado de esta cuenta se contrasta con un cua-dro como el siguiente:Tabla 1. Categorías de peso en adultos según el índi-ce de masa corporalSe debe complementar el IMC con otras medidas an-tropométricas. Por ejemplo, masa grasa, masa muscular y perímetro de la cintura, siendo buenos predictores de la re¬sistencia a la insulina.La literatura cientíca consultada muestra que, en la población adulta, hay evidencias de que el aumento de los niveles de actividad física y la disminución del sedentarismo se asocian en forma independiente con la reducción del riesgo cardiometabólico. También se ha señalado que hay que estudiar estas relaciones entre UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821Índice de masa corporal Categoría≤ 18,5Bajo peso18,6-24.9Peso normal25-29.9Sobrepeso30-34.9Obesidad I35-39.9≥40ObesidadIIObesidadIII
178Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401178178ISSN 2542-3401/ 1316-4821factores en la población joven, pues todavía no se dis-ponen de datos concluyentes al respecto. Hay que to-mar en cuenta que, observando la vida efectiva de cada persona, el sedentarismo y la actividad física pueden coexistir. Por otra parte, los resultados de los estudios sobre hábitos y estilos de vida de los jóvenes, han mos-trado resultados diversos. Incluso, hay estudios que no evidencian la asociación de la actividad física en jóve-nes con una reducción de los riesgos cardiometabólicos [10]. Los estudios han mostrado, además, otras asociacio-nes imprevistas. Por ejemplo, una investigación realiza-da en niños y adolescentes entre 6-19 años, evidenció que bajas prevalencias de actividad física moderada y vigorosa se asociaron con mayor riesgo, mientras que el volumen total y los patrones de comportamiento seden-tario no fueron predictores de Riesgo Cardiometabólico [11]. Finalmente, el estudio HELENA realizado en ado-lescentes solo mostró asociación entre sedentarismo y Riesgo Cardiometabólico cuando los análisis no fueron ajustados por actividad física [12].Otro elemento que se considera en estos estudios acerca del riesgo cardiometabólico, son los hábitos alimenticios de las poblaciones adultas, infantil y ado-lescente. Se ha encontrado que el consumo de bebidas articiales, los postres azucarados y, en general, el uso abundante de azúcar está asociados con la obesidad. El resultado del análisis de la frecuencia de alimen-tos ingeridos arrojó que, entre los participantes del grupo con obesidad, los alimentos más consumidos (al menos cuatro días de la semana), en orden de mayor a menor frecuencia, fueron: azúcar de mesa o sacarosa, galletas, refresco, jugos con azúcares añadidos, dulces y cereal con azúcar; mientras que entre los participantes del grupo sin obesidad solo guró el refresco. Por el contrario, con relación a los alimentos menos consumi-dos (solo un día de la semana) en el grupo con obesidad fueron: verduras y mermelada; en tanto que en el gru-po sin obesidad fueron: verduras, jugos con azúcares añadidos, yogurt, dulces, pan dulce, leche saborizada y miel. En general, entre los adolescentes participantes destaca el hecho de que el consumo de frutas y verduras fue bajo, ya que solo 23% las consumió una vez a la semana y 15% rerió nunca hacerlo. La frecuencia de alimentos, para el grupo de leguminosas y alimentos de origen animal, arrojó un consumo mayor a cuatro días a la semana de huevo, leche, cerdo, res y pollo, conside-rados fuente de proteína.La evidencia establece que el consumo promedio de refresco ≥ 300 ml al día se asocia con mayor gluco-sa sanguínea. Además, de acuerdo con lo recomenda-do para la población, la energía derivada de azúcares añadidos al día debe ser ≤ 10% y el aportado por bebi-das ingeridas debe representar ≤ 12.5% de la ingestión energética total, cifras menores a las aquí identicadas. Al respecto, se ha documentado que los azúcares aña-didos promueven incremento en el consumo de energía (vía la mayor ingestión de alimento), disminución de la saciedad, reemplazo de la leche en la dieta por el re-fresco, consumo reducido de calcio y otros nutrimentos, acciones que dan lugar al consiguiente aumento de peso corporal y mayor riesgo de diabetes mellitus y otras en-fermedades metabólicas, ya que el consumo de Jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF) se relaciona con in-cremento de los triglicéridos. Si bien los refrescos y las Bebidas de Azúcares Añadidos (BAA) no son las únicas bebidas con alto contenido energético, sí son las de ma-yor consumo y preferencia entre la población.Respecto a los antecedentes heredofamiliares eva-luados, los grupos presentaron diferencia signicativa en todos, excepto de hiperlipidemia; sin embargo, fue el grupo sin obesidad el que mayormente presentó an-tecedentes de Diabetes Mellitus y otras enfermedades metabólicas. Condición que, aunada al alto consumo de refresco identicado en este grupo, conlleva mayor riesgo cardiometabólico. En lo que reere a la activi-dad física, 45% de los adolescentes con obesidad fueron físicamente activos vs. 58% de aquellos sin obesidad, cifras que se ubican por arriba de la media nacional (41.1%) reportada en adolescentes mexicanos. En lo que reere a la dieta, aunque en América Lati-na se cuenta con una amplia variedad de frutas durante todo el año, se ha documentado que éstas suelen reem-plazarse por el consumo de refrescos industrializados, lo que en este estudio pudo constatarse en ambos gru-pos de adolescentes. De esta forma, 29% de los partici-pantes (17% del grupo con obesidad y 12% del grupo sin obesidad) presentaron valores de glucosa por arriba de 100 mg/dl, aunado a que la AN estuvo presente en 71% y 14%, respectivamente, de los participantes. Si bien en este estudio no fue medida la insulina, lo que hubiera complementado el análisis de riesgos metabóli-cos realizado, se ha descrito que la presencia de AN se asocia con mayor resistencia a la insulina [13].Otro aspecto a tomar en cuenta en el estudio del ries-go cardiometabólico, es la actividad física y el sedenta-rismo, que se comprenden como parte del estilo de vida de las personas. La OMS dene al sedentarismo como la disminución o falta de actividad física. Esta es reco-nocida como uno de los cuatro factores más importantes para la diabetes y las cardiopatías isquémicas. Otra de-nición importante a considerar es la de hipoactividad, por la cual se entiende la condición que implica dedicar menos de 7 horas diarias 0 50 horas a la semana en ac-González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de NutriciónUNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821
179Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401179179ISSN 2542-3401/ 1316-4821González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de Nutricióntividades sedentarias [14].Los estudios de la literatura cientíca han concluido efectivamente hay una correlación más estrecha entre los factores de riesgo cardiometabólicos evaluados con la circunferencia de cintura que con el IMC, siendo in-cluso mayor con la hipoactividad, en la muestra total sin distinción de género. Sin embargo, hace falta ahon-dar en el análisis por género, dado que esta tendencia solo se observa en las mujeres. Podemos decir entonces que, a mayor hipoactividad en los trabajadores, mayor circunferencia de cintura y alto riesgo cardiometabóli-co, de ahí la importancia de recomendar mantener una buena alimentación y el realizar más actividad física co-tidiana y permanecer menos horas sentados para estar saludables [15]. III. METODOLOGÍAA.Localización y temporalización. Tipo y diseño: Este estudio se llevó a cabo en la Universidad Técni-ca de Babahoyo en el periodo Mayo - septiembre 2020. El tipo y diseño corresponde a una investigación des-criptiva con método inductivo-deductivo.B.Población y muestra: La población total la constituyen los estudiantes le-galmente matriculados del primero a cuarto semestre de la carrera de Nutrición y Dietética, de la Universi-dad Técnica de Babahoyo, es decir, 125 estudiantes. La muestra estuvo constituida por 100 estudiantes, que cumplieron los criterios de elegibilidad. Estos fueron: permanencia como estudiantes inscritos, aceptación y autorización de participar en el estudio, disposición a colaborar con la realización de las mediciones, asisten-cia regular a clases mayor al 90%. De allí se seleccio-naron los 100 sujetos de estudio, formando un grupo en el cual el 22% fueron masculinos y el 78%, femeninos.C.Recolección de información:La información se recolectó entre 100 estudiantes. Se identicó sexo, medidas corporales de peso, talla, circunferencia de cintura CC (cm) valores que se com-pararon con la siguiente tabla #1 (Valores de referencia para la obesidad abdominal), índice de masa corporal IMC (Kg/m2), RIESGO CARDIOMETABOLICO ob-tenido por medio de la fórmula Peso (Kg) / (Talla (m))2 para su interpretación se compararon los resultados del estado nutricional con la tabla de referencia de la OMS como se muestra en la tabla #2 (Clasicación del índice de masa corporal), e índice cintura – estatura ICE (cm) obtenido a través de la fórmula cintura (cm) / talla (cm) y su interpretación se comparó con los valores de refe-rencia de la OMS; el cual, determina que un valor de 0.5 o mayor indica que presenta adiposidad abdominal, asociada con riesgo elevado a presentar enfermedades cardiovasculares arterioscleróticas [16]. UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821Tabla 2. Valores de referencia para la obesidad abdominal.Tabla 3. Clasicación del índice de masa corporal de acuerdo a riesgosRiesgo incrementadoMujerHombre≥80 cm≥94 cmÍndice de masa corporalClasificaciónRiesgo cardiovascular≤1616-16,9Déficit energético grado IIIDéficit energético grado IIMuy SeveroSevero17-18.4Déficit energético grado IModerado18.5-24.9Normal25-29.9SobrepesoIncrementado30-34.935-39.9≥40Obesidad grado IObesidad grado IIObesidad grado IIIModeradoSeveroMuysevero
180Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401180180ISSN 2542-3401/ 1316-4821IV. RESULTADOSA.INC de acuerdo al sexo El estudio se realizó con 100 estudiantes de la carre-ra, con una proporción de 22% de hombres y 78%, de mujeres. Al realizar el diagnóstico nutricional, contrastando el Índice de Masa Corporal con el sexo, se evidenció que el mayor índice de sobrepeso, con un 19%, corres-ponde a estudiantes femeninas y obesidad con el 3%. González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de NutriciónUNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821Tabla 4. INC-sexo.Tabla 5. Riesgo cardiovascular por circunferencia de cintura.Tabla 6. Riesgo cardiometabólico.CategoríasHombres%Mujeres% TotalesBajo peso22121214Normal1313424255Sobrepeso88191927Obesidad11334Totales24247676100Al determinar el riesgo cardiovascular, se consideró la circunferencia de cintura, la cual, evidenció un 29% de riesgo cardiovascular aumentado que corresponde a las estudiantes femeninas. CATEGORIASHOMBRES %MUJERES%TOTALESNormal1515484863Aumentado66292935Muy aumentado11112Total22227878100Considerando los valores de referencia de la Orga-nización Mundial de la salud para determinar el riesgo cardiometabólico, las estudiantes femeninas tienen un mayor índice de riesgo con un 36% a diferencia de los estudiantes masculinos con un 11%.CON RIESGO%SIN RIESGOCANTIDAD%TOTALESHombres111110101021Mujeres363643434379Totales4747535353100Tomando en consideración las recomendaciones so-bre actividad física de la Organización Mundial de la Salud, como se muestra en la siguiente tabla 7, el 79 % de la población tiene una actividad física ligera, lo que condiciona a esta población a presentar otro factor de riesgo cardiometabólico.
181Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401181181ISSN 2542-3401/ 1316-4821González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de NutriciónTabla 7. Actividad físicaUNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821Ligera%Moderada%Intensa%totalesHombres99994422Mujeres7070880078Totales7979171744100V.CONCLUSIONESA.Mayor riesgo en la población estudiantil femeninaComo se muestra en los resultados, se registra un mayor nivel de factores de riesgo cardiometabólico en la población femenina estudiantil en la población es-tudiada. Esto puede deberse a hábitos de la región y régimen dietético de estas estudiantes. Esto puede ser objeto de una próxima investigaciónB.Necesidad de medidas preventivas:La identicación de estos factores de riesgo car-diometabólicos debe conducir a pre ver medidas edu-cativas en relación a la alimentación y los hábitos que conforman el estilo de vida. Eszto es especialmente signicativo por cuanto se trata de estudiantes de una carrera que tiene como principal campo de actuación la elaboración de perles y medidas para mejorar los hábitos de vida y de alimentación de toda la población en general.C.Resulta interesante que el aprendizaje de la carre-ra de Nutrición y Dietética no se expresa en los propios estudiantes de la carrera.Esto puede deberse a que los estudiantes no aplican los mismos contenidos que estudian en su carrera a sus propios hábitos de alimentación y estilo de vida.D.Necesidad de nuevos estudios sobre factores de riesgo cardiometabólicos en otras poblaciones estudian-tiles para confrontar lo hallazgos de la presente inves-tigación.Especial interés tendrían las investigaciones que se reeran a factores como los hábitos alimentarios (con-sumo de bebidas azucaradas, excesivas raciones, pro-ductos azucarados, frecuencia, etc.) y estilos de vida, especialmente el sedentarismo y la hipoactividad. Así mismo, reconstruir la historia de la herencia familiar para determinar el peso que tiene la herencia genética en la presentación de la obesidad y el sobrepeso.E.Relevancia de los hallazgos de esta investigación:Los resultados hallados en la presente investigación tienen relevancia en relación con trabajos realizados por otros investigadores acerca de los factores de ries-go cardiometabólico considerando hábitos y estilos de vidas en diferentes etapas de vida de la población, es decir, aspectos como la inactividad física, el consumo de alimentos de elevada densidad energética superior a sus necesidades, el tamaño de las raciones y la cantidad energética consumida a lo largo del día. También puede vincularse con estudios acerca de las concentraciones ricas de glucosa en correlación a dislipidemia y resis-tencia a la insulina. REFERENCIAS[1]Organización Mundial de la Salud, «www.who.int. Non communicable diseases,» 2018. [En línea]. Avai-lable: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/non-communicable-diseases. [Último acceso: 25 agosto 2021].[2]J. Maldonado, C. Carranza, M. Ortiz, C. Gómez y N. Cortés, «Prevalencia de factores de riesgo caardiome-tabólico en estudiantes de la Universidad de la región centroocidental en la Universidad Michoacana San Ni-colás de Hidalgo. México,» SCIELO, vol. 24, nº 2, pp. 78-86, 2013. [3]M. Morales, «Inuence of phisical activity and nutri-tional habits on the risk of metabolic syndrome,» SCIE-LO, vol. 6, 2016. [4]G. Morales, T. Castillo, S. Muñoz, C. Belma, A. Soto, I. Schifferli y F. Guillén, «Asociación entre fac-tores de riesgo cardiometabólicos, actividad física y se-dentarismo,» Nutrición Hospitalaria, vol. 34, nº 6, pp. 1345-1352, 2017. [5]Organización Mundial de la Salud, «Obesidad y sobrepeso,» 2021. [En línea]. Available: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesi-ty-and-overweight. [Último acceso: 29 agosto 2021].[6]G. Bray, G. Fruhbeck, D. Ryan y J. Wilding, «Ma-nagement of obesity,» Lancet, vol. 387, nº 7, pp. 1847-1956, 2016. [7]A. Caicedo Paliz, A. León Fierro y K. e. a. Zambrano Llaguno, Protocolo de diagnóstico y manejo multidis-ciplinario de pacientes con sobrepeso y obesidad en la consulta ambulatoria, Quito: Universidad San Francis-co de Quito, 2021. [8]INEC, «Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT),» INEC, Quito, 2018.
182Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401182182ISSN 2542-3401/ 1316-4821[9]N. Britto Núñez y R. Alcázar Carett, «Obesidad y riesgo cardiometabólico. Revisión.,» CIMEL, vol. 16, nº 2, pp. 106-113, 2011. [10]J. Vandervelde, H. Savelberg, N. Schaper y A. Kos-ter, «Moderate activity and tness not sedentary time are independently associated with cardiometabolic ris-ks in US adults aged 18-49,» Environ Resident Public Health, vol. 12, pp. 2330-2343, 2015. [11]V. carson y I. Janssen, «Volume, patterns and types of sedentary behavior and cardiometabolic health chil-drem and adolescents: a cross sectional study,» BMC Public Health, vol. 186, pp. 186-195, 2011. [12] T. rendo Urteaga, A. De Moraes, T. Callesse y T. e. a. Marrios, «The combined effect of physical activity and sedentary behaviors on a clustered cardiometabo-lic risks score. The Helena Study,» Internal Cardiology, vol. 186, pp. 186-195, 2015. [13]R. Monroy Torres, C. Aguiklera Juarez y J. Nares, «Riesgo cardiometabólico en adolescentes con y sin obesidad: variables metabólicas, nutricionales y con-sumo de refresco,» revista Mexicana de trastornos Ali-mentarios, vol. 9, nº 1, pp. 24-33, 2018. [14]OMS, «estrategia Mundial sobre el régimen ali-mentario, actividad física y salud,» 2017. [En línea]. Available: https://www.who.int/diethysicactivity/pa/es. [Último acceso: 30 agosto 2021].[15]A. Alvarado Sánchez, A. González Yebra y M. e. a. Macías, «Correlaciones de factores de riesgo cardio-metabólicio e hipoactividad con indice corporal y cir-cunferencia de cintura en trabajadores del sector cuero y calzado de la ciudad de León,» Jóvenes en la ciencia , vol. 3, nº 2, pp. 1-5, 2017. [16]SEEDO, «Consenso SEEDO para la evaluación del sobrepeso y la obesidad. Revista Española de Obesi-dad,» 2007. [En línea]. Available: https://www.seedo.es/images/site/documentacionConsenso/Consenso_SEEDO_2007 pdf. [Último acceso: 21 agosto 2021].González et al., Riesgos Cardiometabólico en Estudiantes de la Carrera de NutriciónUNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 25, Nº 111 Diciembre 2021 (pp. 174-182)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821