166Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401166166ISSN 2542-3401/ 1316-4821I.NTRODUCCIÓN La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido como una de las más preocupantes a nivel global, la epidemia de las Enfermedades de Transmi-sión Sexual (ETS) o Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Se trata de una de las patologías de mayor mor-bilidad y mortalidad, especialmente en la población fe-menina joven con embarazos no deseados, además de impactar en los procesos de gestación y nacimientos con desenlaces fatales. Por ello, se ha elaborado una estrategia mundial en la cual deben colaborar las nacio-nes a todo nivel. La alta morbilidad de estas ETS exige, aparte de protocolos claros de atención, un conocimien-to que vaya más allá de los integrantes del equipo de salud, para poder desarrollar una tarea de prevención, que depende en gran medida, de la educación sexual y la atención perinatal de la mujer embarazada. El objetivo de este artículo es recoger y sistematizar información acerca de la sintomatología y epidemiolo-gía de las ETS, además de sus graves consecuencias en la mujer embarazada y su bebé, lo cual es útil para la formación de nuevos profesionales de salud además de contribuir a la elaboración de campañas educativas y de prevención. Para ello, se realizará una revisión de la documentación especializada acerca del tema. Se foca-lizará la atención en sus consecuencias en la mujer em-barazadas, sin excluir referencias los hombres en tanto parejas sexuales.Para realizar el objetivo de este trabajo, se realizó una organización en secciones, donde la primera ha des-crito la contextualización del problema, en la segunda se expondrán los criterios teóricos de la investigación, luego se describirán los aspectos metodológicos y nal-mente se exponen los resultados y conclusiones. II.DESARROLLOA.Las ETS e ITS, un problema global de salud La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado el combate a las ITS como uno de sus objetivos de salud más importantes, enmarcados en el proyecto de Desarrollo Sustentable aprobado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta re-levancia internacional adquirida por estas dolencias se justica por su alta morbilidad y mortalidad en todo el mundo [1]. Las ETS e ITS debidas a patógenos de trasmisión sexual comprometen la calidad de vida, la salud sexual y reproductiva, la salud del recién nacido y de su madre, aparte de constituir una amenaza para los nacimientos. Por otra parte, las ITS facilitan indirectamente la infec-ción del VIH, pueden ocasionar enfermedades como las hepatitis y provocan cambios celulares que preceden a ciertos tipos de cáncer. Imponen una fuerte presión so-bre los presupuestos de los hogares y de los servicios de salud de países de mediano y bajo ingreso en el mundo.Se estima en 357 millones el número de casos de los cuatro tipos de ITS curables en personas de 19 a 49 años: por trachomatis C.; por N. gonorrohoeae, sílis, y Trichomomas vaginalis. La prevalencia de algunas ITS víricas es también muy elevada. Alrededor de 417 millones de personas son infectadas por herpes y 291 millones de mujeres por VPH. Las ITS ocasionan:-Muertes fetales y neonatales, sobre todo a causa de la sílis, -Cáncer cervicouterino debidas al VPH.-Infertilidad, pues se ha comprobado que la gonorrea y la clamidiasis son importantes causas de infertilidad.-Riesgo de VIH: la presencia de una ITS aumenta el riesgo de infección VIH: sílis, gonorrea, herpes simple o VPH.-Compromiso de la calidad de vida de las personas, especialmente de las madres jóvenes y/o adolescentesEn los últimos años ha habido logros importantes en el mejoramiento de la respuesta a las ETS e ITS. Se ha constatado una disminución signicativa de la inciden-cia de Haemophilus ducreyi (chancroide) y las tasas de sílis de la población en general, así como en algunas secuelas de estas infecciones, tales como la conjunti-vitis neonatal. Igualmente, otro hecho favorable es el mayor acceso a la vacunación contra el virus del papilo-ma humano ha reducido las lesiones precancerosas del cuello uterino y las verrugas genitales.El proyecto de estrategia mundial del sector de la salud contra las ITS se centra principalmente en tres in-fecciones que requieren medidas de control inmediatas y pueden monitorearse [1]:- La infección por Neisseria gonorrhoeae, debido al riesgo creciente de gonorrea intratable y de coinfección por otras ITS, en particular la infección por Chlamydia trachomatis;- La infección por Treponema pallidum, con la eli-minación de la sílis congénita, que implica disponer de sistemas sólidos para garantizar el cribado y el trata-miento de todas las mujeres embarazadas y el control de la sílis en poblaciones especícas;- La infección por el virus del papiloma humano, con énfasis en la vacunación para eliminar el cáncer cervi-couterino y las verrugas genitales.La OMS también reconoce la importancia de la in-Serdán et al., Responsabilidades de las Enfermedades en la Capacitación UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 26, Nº 113 Junio 2022 (pp. 165-174)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821 167Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401167167ISSN 2542-3401/ 1316-4821Serdán et al., Responsabilidades de las Enfermedades en la Capacitación fección por Chlamydia trachomatis y el aumento de la tasa de infección entre los adolescentes [1].El esfuerzo concertado internacional tiende a exten-der rápidamente las intervenciones y los servicios eca-ces. Por ello en los organismos internacionales hay cier-to optimismo acerca del logro del objetivo de poner n, para 2030, al problema de salud pública que representa la epidemia de las ITS, lo que pasa por la reducción de la incidencia del T. pallidum y el N. gonorrhoeae, así como la atención oportuna de los casos de sílis congé-nita por cada 100 000 nacidos vivos. Estos logros pasan porque los sistemas de la salud de todos los países incluyan la vacuna contra el virus del papiloma humano, y la extiendan a una cobertura del 90 % a nivel nacional y de al menos el 80 % en cada distrito (o unidad administrativa equivalente), situación que no se ha solventado en los países de menores in-gresos [1].El control de las enfermedades de transmisión se-xual (ETS) es fundamental para mejorar la salud sexual y reproductiva de la población mundial. Para ello hay que mantener estrategias básicas como la búsqueda, detección, el manejo precoz y ecaz de los casos, al permitir no solo la prevención secundaria a nivel in-dividual, sino también la prevención primaria a nivel colectivo. Además, se debe incrementar el tratamiento precoz y ecaz de las ETS para poder prevenir la pro-pagación del VIH. Las condiciones propicias para el logro de estos ob-jetivos tienen que ver con proveer servicios accesibles, aceptables, que satisfagan las expectativas de los pa-cientes, ecaces y oportunos, y promover ampliamente su uso; para lo cual es necesaria la normalización del proceso de atención de las ETS en el marco del plan obligatorio de salud.B.Principales síntomas y características de las ETSLas Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son todas aquellas infecciones que se transmiten principal-mente a través del contacto sexual, durante las relacio-nes sexuales penetrativas de pene o lengua a vagina, ano, o cavidad oral. Algunas también son transmitidas de madre a hijo, durante la gestación, el parto, o la lac-tancia, y/o a través del contacto sanguíneo. Su trans-misión sexual ocurre cuando se presenta un comporta-miento sexual de riesgo, el cual puede denirse como el antecedente de por lo menos un contacto sexual pe-netrativo sin protección (sin uso de condón) con una persona de la cual se ignora si tiene o no una ETS, o se conoce que la tiene [2].Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) oca-sionan un grupo de patologías, con etiologías infec-ciosas diversas, y es un importante problema de salud pública. Muchas veces se presenta la co-infección de distintas ITS. Puede coincidir más de una ITS en un mismo individuo, al compartir mecanismo de transmi-sión, y, además, tanto las que cursan con úlceras como con inamación en el tracto genitourinario, favorecen la transmisión de otras, como por ejemplo el VIH o el virus de la hepatitis C.Por ello, una medida prudente de cualquier profesio-nal de la salud es proceder a descartar la presencia de otras ITS. Especialmente importante es conrmar o no la infección por VIH y por clamidia, de las más comu-nes en Europa, Estados Unidos y otros países, además de tener la característica peligrosa de ser frecuentemen-te asintomática [3]. La educación sanitaria, el diagnós-tico y tratamiento precoz, así como la detección de las infecciones asintomáticas, el estudio de los contactos y la inmunización, de haber vacuna, son medidas básicas de una ecaz estrategia de salud en este aspecto.Los agentes etiológicos de las ITS tienen como úni-co reservorio al hombre [4]. La transmisión se realiza a partir de las personas infectadas, que las pueden portar igualmente con formas clínicas agudas, crónicas o asin-tomáticas. La infección se produce por contacto direc-to, de persona a persona durante la relación sexual. La probabilidad de transmisión de una persona infectada a su pareja varía ampliamente de unas ITS a otras: pue-de alcanzar el 80% en el caso de Haemophilus ducreyi, ronda el 50% en la sílis primaria y en la gonococia, se estima en torno al 10% para el virus de la inmunode-ciencia humana (VIH-1), y es menor para el virus de la hepatitis C [5].La susceptibilidad es general y, a excepción de las hepatitis víricas, los episodios pasados no dejan inmu-nidad, por lo que persiste la posibilidad de reinfección ante una nueva exposición, incluyendo la reinfección desde la propia pareja [5]. Por ello es siempre recomen-dable tratar a ambas personas en relación. Las mani-festaciones más frecuentes de la ITS son locales, en el sistema genitourinario, aunque no son infrecuentes las manifestaciones generales y de otros órganos. Las insuciencias de los sistemas de vigilancia epi-demiológica, su inexistencia o escasa calidad, incluso en los países más desarrollados, han hecho que no se sepa con exactitud la carga de enfermedad de las ITS. Factores como la historia natural de cada enfermedad, la disponibilidad de métodos diagnósticos, los patrones de búsqueda de asistencia entre los pacientes y los pro-gramas de búsqueda activa de casos, inuyen en la ca-lidad y exhaustividad de la información epidemiológica sobre las ITS.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 26, Nº 113 Junio 2022 (pp. 165-174)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821 168Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401168168ISSN 2542-3401/ 1316-4821En los países en vías de desarrollo las ITS y sus complicaciones se encuentran entre las cinco causas más comunes de demanda de atención sanitaria. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que anualmente se registran más de 300 millones de casos nuevos de las cuatro ITS más comunes: sílis, gono-rrea, infección por clamidia y tricomoniasis [1]. La in-cidencia suele ser mayor en personas que viven en áreas urbanas, solteras y jóvenes y el riesgo de infectarse por estos patógenos aumenta con el escaso uso de preser-vativo y con el mayor número de parejas sexuales [4].Se estima que alrededor de 5 de cada 10 hombres y 8 de cada 10 mujeres con ETS no desarrollan síntomas. Por eso deben buscarse en toda persona que presente un comportamiento sexual de riesgo, así no presente sín-tomas. De hecho, las ETS son transmitidas usualmente por personas que tienen infecciones asintomáticas o que tienen síntomas que ignoran. Cuando una ETS es sintomática, se puede manifes-tar más frecuentemente como alguno de los síndromes relacionados en la clasicación por síndromes, sin em-bargo no son las únicas manifestaciones posibles; en general, es importante recordar que así como no toda manifestación en genitales es una ETS, no todas las ETS presentan manifestaciones en genitales. Los períodos de incubación son muy variables para cada síndrome. Los períodos de transmisibilidad también son variables, e incluyen estados asintomáticos; sin embargo algunas infecciones parecen requerir de lesiones activas (HSV 2, VPH) [2] [4].Las ETS pueden clasicarse, entre otras maneras, según el síndrome asociado con mayor frecuencia (Ta-bla 1):Serdán et al., Responsabilidades de las Enfermedades en la Capacitación UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 26, Nº 113 Junio 2022 (pp. 165-174)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821Tabla 1. Clasicación de las ETS por síndromes de mayor frecuenciaFuente [6]SíndromePrincipales agentes de transmisión sexualSecreción uretral (uretritis masculina)N. gonorrhoeae, C. Trachomatis, U. urealyticum, T. vaginalis, HVS Cervicitis mucopurulentaN. gonorrhoeae, C. Trachomatis EpididimitisN. gonorrhoeae, C. Trachomatis Enfermedad pélvica inflamatoria agudaN. gonorrhoeae, C. Trachomatis, bacterias asociadas a la vaginosis bacteriana VulvovaginitisC. albicans, T. Vaginalis Vaginosis bacterianaBacterias asociadas a la V.B. Lesiones ulcerativas de genitalesT. pallidum, H. Ducreyii, C. Trachomatis(cepas LGV), C. Granulomatis, HSV-2, HSV-1. Bubón o inflamación inguinalC. trachomatis (cepas LGV), H. Ducreyii, C. granulomatis, T. pallidum, HSV-2, HSV-1. Verrugas anales y genitales Virus del papiloma humano (tipo genital), virus del molusco contagioso EscabiosisS. scabiei Pediculosis púbicaP. pubisSIDAVIH-1, VIH 2Hepatitis ViralVHBParaparesia espástica tropical PET7HAMHTLV 1Cáncer de células escamosas en cérvix, ano, vulva, vagina o peneVirus del papiloma humano (especialmente los tipos 16, 18, 31, y 45) Sarcoma de KapossiHsv-8Neoplasias linfoidesVIH, VEB, HTLV-1Carcinoma hepatocelularVHB 169Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401169169ISSN 2542-3401/ 1316-4821Serdán et al., Responsabilidades de las Enfermedades en la Capacitación C.Consecuencias de las ITS en la mujer embara-zada Son numerosas las infecciones que pueden ocurrir durante el embarazo y que signican un riesgo para el feto o recién nacido. La transmisión de estas infecciones de la madre al hijo puede ocurrir durante el embarazo, principalmente por vía transplacentaria y mucho menos frecuentemente por vía ascendente, dando lugar en el niño a infecciones congénitas, durante el parto, a través del contacto con secreciones infectadas en el canal del parto, dando origen a infecciones perinatales y después del parto, a través de la lactancia materna o contacto con secreciones maternas, dando origen a infecciones post-natales. Estas tres vías de transmisión constituyen la llamada transmisión vertical de infecciones.Algunas medidas preventivas de probada ecacia contra algunas de estas infecciones, son la vacunación pre- embarazo contra rubéola, varicela, hepatitis B, dif-teriatétanos; o contra inuenza durante el embarazo, el estudio serológico de algunas infecciones que cuentan con medidas de prevención de transmisión al hijo (VIH, sílis, hepatitis B en no vacunadas) y medidas genera-les para prevenir la toxoplasmosis [7]. El médico ginecólogo que lleva a cabo la atención perinatal, debe estar alerta también con otro grupo de ITS como Streptococcus b hemolítico Grupo B, Liste-ria monocytogenes, Chlamydia trachomatis, herpes ge-nital, varicela y parvovirus. El aumento del número de embarazadas a las que se ha realizado la prueba de detección de la sílis y de la infección por VIH, junto con un mayor acceso a los tra-tamientos adecuados, ha ayudado a reforzar la viabili-dad de la doble eliminación de la transmisión de madre a hijo de la infección por el VIH y de la sílis [3].Las pruebas de detección y el tratamiento de las en-fermedades de transmisión sexual en las mujeres em-barazadas es una forma vital de prevenir graves com-plicaciones tanto para la salud de la madre como la del bebé, que de otra forma se presentarían por la infección. Mientras más oportuna sea la atención médica perinatal durante el embarazo, mejores serán los resultados para su salud y la de su bebé en gestación. Las enfermeda-des de transmisión sexual como la clamidia, gonorrea, sílis, tricomoniasis y vaginosis bacteriana pueden tra-tarse y curarse con antibióticos que se pueden tomar en forma segura durante el embarazo. Las ETS causadas por virus, como el del herpes genital, la hepatitis B o el VIH, no se pueden curar. Sin embargo, en algunos ca-sos estas infecciones se pueden tratar con medicamen-tos antivirales u otras medidas preventivas para reducir el riesgo de transmisión de la infección al bebé. Si está embarazada o planea quedar embarazada, debe hacerse las pruebas de detección para que pueda tomar medidas para protegerse y proteger a su bebé. Las consecuencias de las ETS pueden causar graves efectos en el bebé en gestación, que sólo podrán detec-tarse después de haber pasado meses y hasta años luego del nacimiento [8].Entre las ETS con mayor morbilidad entre las mu-jeres embarazadas, se encuentra la sílis, la cual se transmite generalmente por vía sexual, pero una madre infectada la puede transmitir a su bebé durante el emba-razo. La sílis se ha vinculado a nacimientos prematu-ros, muertes fetales y, en algunos casos, a muerte poco tiempo después del nacimiento. Los bebés que no reci-ben tratamiento y que sobreviven tienden a tener pro-blemas en múltiples órganos, como el cerebro, los ojos, los oídos, el corazón, la piel, los dientes y los huesos. Las pruebas de detección de la sílis se deben realizar en todas las mujeres embarazadas durante la primera visita médica prenatal y se deben repetir en el tercer trimestre, si se considera que la paciente tiene un alto riesgo [9].Por otra parte, una madre infectada por hepatitis B puede transmitir la infección a su bebé durante el em-barazo. Ello depende de cuándo se infectó, el riesgo más alto se presenta cuando la madre se infecta cerca del momento del parto. Los bebés infectados también tienen un riesgo alto (hasta del 90 %) de convertirse en portadores crónicos (de por vida) del VHB [7]. Los bebés que tienen una infección del VHB de por vida tienen un riesgo mayor de presentar enfermedad crónica del hígado o cáncer del hígado más tarde en su vida. La transmisión del VHB de madre a hijo se puede preve-nir al hacer pruebas de detección de la infección a las mujeres embarazadas y brindar tratamiento a bebés con riesgo poco después de nacer.En general, una madre infectada con hepatitis C transmitirá la infección a su bebé el 10 % de las veces, pero las probabilidades son más altas en ciertos subgru-pos de la población, como en las mujeres que también están infectadas por el VIH. En algunos estudios, los bebés nacidos de mujeres infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC) han mostrado un riesgo mayor de tener un tamaño más pequeño al de su edad gestacional, de ser prematuros y de presentar bajo peso al nacer. Los bebés recién nacidos con la infección del VHC, por lo general, no tienen síntomas y en su mayoría eliminarán la infección sin ayuda médica. La enfermedad del hí-gado tiende a evolucionar más lentamente en los niños infectados con el virus de la hepatitis C y estos respon-den algo mejor al tratamiento, en comparación con los adultos.Otra ETS importante por su morbilidad es la clami-UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 26, Nº 113 Junio 2022 (pp. 165-174)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821 170Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401170170ISSN 2542-3401/ 1316-4821dia, que puede presentarse asintomática, pero algunas mujeres embarazadas pueden presentar un ujo vaginal anormal, sangrado después de tener relaciones sexuales, o picazón o ardor al orinar. Las infecciones por clamidia sin tratar se han vinculado a problemas durante el em-barazo, como parto prematuro, ruptura prematura de las membranas que rodean al bebé en el útero y bajo peso al nacer. Las infecciones neonatales (en los bebés recién nacidos) causan principalmente infecciones en los ojos y los pulmones. Todas las mujeres embarazadas deben hacerse las pruebas de detección de la clamidia en la primera visita prenatal.La gonorrea es una ETS muy común. En mujeres embarazadas se ha vinculado con aborto espontáneo, nacimiento prematuro y bajo peso al nacer, ruptura pre-matura de las membranas que rodean al bebé en el úte-ro, e infecciones del líquido que rodea al bebé durante el embarazo. El bebé también se puede infectar de go-norrea durante el parto, al pasar por el canal de parto. Si no reciben tratamiento, los bebés pueden presentar infecciones de los ojos. Debido a que la gonorrea puede causar problemas tanto en la madre como el bebé, es importante identicar con precisión la infección, tratar-la con antibióticos ecaces y hacerle seguimiento cer-cano para asegurarse de que la infección se ha curado [10].La vaginosis bacteriana (VB), una causa común de ujo vaginal en mujeres en edad de procrear, es una afección en la cual las bacterias buenas y las malas están en desequilibrio [11]. La VB con frecuencia no se considera una ETS, pero está vinculada a la activi-dad sexual. Puede no tener síntomas o la mujer puede quejarse de tener un ujo vaginal con mal olor, como a pescado. Se ha vinculado la vaginosis bacteriana duran-te el embarazo a complicaciones graves del embarazo, como ruptura prematura de las membranas que rodean al bebé en el útero, parto prematuro, nacimiento prema-turo, infección del líquido que rodea al bebé, así como a infección del útero de la madre después del parto. En la actualidad no se recomienda hacer pruebas de detec-ción de la vaginosis bacteriana a todas las mujeres em-barazadas. Sin embargo, existe evidencia que apoya la realización de pruebas de detección de la vaginosis bac-teriana y su tratamiento en las mujeres con alto riesgo de parto prematuro. No se conocen efectos directos de la vaginosis bacteriana en los recién nacidos [11].Las infecciones vaginales causadas por el parásito Trichomonas vaginalis son una enfermedad de transmi-sión sexual muy común [5]. Los síntomas varían am-pliamente entre las mujeres infectadas. Aunque algunas mujeres no reportan síntomas, otras se quejan de pica-zón, mal olor, ujo vaginal y sangrado después de las relaciones sexuales. A las mujeres embarazadas por lo general no se les hacen pruebas de detección de esta infección. Sin embargo, a las mujeres embarazadas con ujo vaginal anormal se les deben hacer pruebas de de-tección de Trichomonas vaginalis y dar el tratamiento adecuado. Las infecciones durante el embarazo se han vinculado a ruptura prematura de las membranas que rodean al bebé en el útero, nacimiento prematuro y bajo peso al nacer. En raras ocasiones, el bebé puede adqui-rir la infección al pasar por el canal de parto durante el nacimiento y presentar ujo vaginal [5].El virus del herpes simple (VHS) es un virus que tiene dos tipos diferentes, el VHS-1 y VHS-2. Las in-fecciones en los recién nacidos pueden ser causadas por cualquiera de los 2 tipos, pero en su mayoría por el VHS-2 [5]. En general, los síntomas del herpes ge-nital son similares en las mujeres embarazadas y las no embarazadas; sin embargo, la mayor preocupación con respecto a las infecciones por el VHS son las complica-ciones vinculadas a la infección en los recién nacidos. La infección por el VHS puede tener efectos muy gra-ves en el recién nacido, especialmente si el primer epi-sodio de la madre ocurre al nal del embarazo (tercer trimestre).Los virus del papiloma humano (VPH) son virus que con más frecuencia se presentan en el aparato genital in-ferior, como en el cuello uterino (abertura de la matriz), la vagina y los genitales externos. Las verrugas genita-les son síntomas de la infección por el VPH que se pue-den observar, y con frecuencia aumentan en cantidad y tamaño durante el embarazo. Las verrugas genitales a menudo aparecen en pequeñas agrupaciones en forma de colior que pueden arder o picar. Si la mujer tiene verrugas genitales durante el embarazo, el tratamiento se puede aplazar hasta después del parto. Si las verrugas genitales son de gran tamaño o están extendidas, pue-den complicar el parto vaginal. En casos en que las ve-rrugas genitales grandes bloqueen el canal de parto, se recomienda la cesárea. La infección de la madre puede estar vinculada a la aparición de papilomatosis laríngea en el recién nacido. Esto es un crecimiento poco común en la laringe que no es cáncer [5].Vale destacar que en los casos de la gonorrea, los factores de riesgo incluyen, mujeres jóvenes de 25 años o menos, que vivan en áreas de gran morbilidad, que hayan tenido una infección previa por esa enfermedad u otras ETS, que tengan parejas sexuales nuevas o múlti-ples, que no usen condones en forma habitual, que sean trabajadoras sexuales comerciales, que usen drogas. Por otra parte, en relación a la hepatitis B Los factores de riesgo incluyen, haber tenido más de una pareja sexual en los seis meses anteriores, evaluación o tratamiento Serdán et al., Responsabilidades de las Enfermedades en la Capacitación UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 26, Nº 113 Junio 2022 (pp. 165-174)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821 171Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401171171ISSN 2542-3401/ 1316-4821Serdán et al., Responsabilidades de las Enfermedades en la Capacitación para una ETS, uso de drogas inyectables actual o re-ciente y una pareja sexual con anticuerpos al antígeno de supercie del VHB (AgHBs).UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 26, Nº 113 Junio 2022 (pp. 165-174)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821Tabla 2. Recomendaciones frente a las ETSEnfermedadesRecomendacionesClamidiaHacer pruebas de detección a todas las mujeres embarazadas en la primera visita prenatal; repetir las pruebas en el tercer trimestre si la mujer es menor de 25 años o pertenece a un grupo de alto riesgo.GonorreaHacer pruebas de detección a todas las mujeres embarazadas con riesgo en la primera visita prenatal; repetir las pruebas en el tercer trimestre si la mujer sigue con alto riesgo.SífilisHacer pruebas de detección a todas las mujeres embarazadas en la primera visita prenatal; repetir las pruebas durante el tercer trimestre a mujeres con alto riesgo de sífilis o que vivan en áreas con una gran cantidad de casos de sífilis o a aquellas a las que no se les hicieron las pruebas anteriormente o que tuvieron un resultado positivo a una prueba durante el primer trimestre.VaginosisbacterianaHacer pruebas de detección a mujeres embarazadas con síntomas o que tienen alto riesgo de parto prematuro.TricomoniasisHacer pruebas de detección a mujeres embarazadas con síntomas.Herpes (VHS)Hacer pruebas de detección a mujeres embarazadas con síntomas.VIHHacer pruebas de detección a todas las mujeres embarazadas en la primera visita prenatal; se recomienda repetir las pruebas en el tercer trimestre a las mujeres con alto riesgo de adquirir la infección por el VIH.Hepatitis BHacer pruebas de detección a todas las mujeres embarazadas en la primera visita prenatal. Repetir las pruebas a las mujeres a las que no se les hizo la prueba en la etapa prenatal, a aquellas con conductas que las ponen en alto riesgo de la infección y a las que tengan signos o síntomas de hepatitis al momento de la admisión al hospital para el parto. Virus de papiloma HumanoA juicio del facultativoHepatitis CTodas las mujeres embarazadas con alto riesgo deben hacerse la prueba en la primera visita prenatal 172Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401172172ISSN 2542-3401/ 1316-4821D.Campañas educativas y medidas para la pre-vención de las ETS e ITSLas ITS y ETS se asocian a conductas de riesgo se-xual, como el inicio precoz de las relaciones sexuales y el uso inconsistente de las medidas de anticoncepción, además de a la promiscuidad o acceso a múltiples pa-rejas sexuales, la prostitución e incluso al consumo de drogas.La proporción de población sexualmente activa en-tre los jóvenes de 15 a 19 años también se ha ido au-mentando progresivamente. Por otra parte, las prácticas de riesgo sexual están fuertemente asociadas a circuns-tancias de desventaja social y existen múltiples factores individuales, familiares y de la comunidad que se han identicado como de riesgo o de protección de los com-portamiento sexuales [12]. Algunas intervenciones que pueden reducir el com-portamiento de riesgo y disminuir los embarazos:- Educación sexual basada en la escuela con conte-nidos basados en la prudencia e incluso la abstinencia, que deben ser complementadas con información acerca de técnicas de sexo seguro.- Programas de base comunitaria.En este sentido, se ha recomendado programas que fomentan los aspectos sociales y las habilidades acadé-micas junto a la realización de actividades comunitarias para el mejor uso de anticonceptivos y sexo seguro en grupos de riesgo.Todo ello debe complementarse con la implicación familiar, especialmente entre niños preescolares y jóve-nes escolares y que involucran a sus padres. Además, debe haber actividades de divulgación de consejos en los centros de atención de salud [13].III.METODOLOGÍA E.Revisión documentalPara establecer el estado de la cuestión acerca de las características, etiología, diagnóstico, tratamiento y prevención de las ITS y ETS, y sus efectos en las mu-jeres embarazadas, se realizará una revisión crítica de artículos cientícos relativos a estudios de la presenta-ción de estas enfermedades en el mundo. Esa revisión se realizará atendiendo a una contextualización, que permitirá realizar la vinculación entre las temáticas de los textos, en los cuales se identicará y precisarán los conceptos clave [14].La revisión documental partirá de artículos cientí-cos y documentos de organizaciones internacionales, en publicaciones acerca de la prevalencia de las ITS y ETS, así como su caracterización a través de las teo-rías que se han desarrollado para su diagnóstico y tra-tamiento. Al recopilar la información de referencias fue posible extraer datos, eventos, opiniones, resultados, explicaciones, que nos permitieron describir, explicar e interpretar los fenómenos que hemos delimitado como objeto de investigación [15]IV.RESULTADOSA.Las ETS o ITS tienen una elevada morbilidad en el mundo La información recogida y sistematizada en la bús-queda documental de esta investigación, indica que las ETS o ITS continúan siendo, luego de muchos años de alarma mundial, de las dolencias con más alta morbili-dad y mortalidad en todo el mundo, por lo cual constitu-yen un problema de salud pública en casi todos los paí-ses. Lo peor es que tales enfermedades no sólo afectan a los adultos o jóvenes que tienen relaciones sexuales de alto riesgo, sino que pueden ser transmitidas de la madre al feto o en el momento del alumbramiento, y hasta interrumpen procesos de gestación.Es por ello que las labores de detección y diagnósti-co de las ITS deben formar parte necesaria del control perinatal de las mujeres embarazadas, quienes pueden ser contagiadas en cualquier momento, poniendo en riesgo su propia vida y la del nuevo ser.La situación ha motivado la elaboración y consenso en torno de una estrategia mundial para hacer frente a las ITS. Esta comprende, aparte de indicaciones concre-tas acerca de la atención primaria, protocolos y focali-zación de los servicios de salud en los grupos de mayor riesgo, y medidas destinadas a mejorar la recolección sistemática de la información en cuanto a prevalencia. Las ITS que han ameritado una concentración mayor de atención y recursos han sido la sílis, la gonorrea, el VPH, la clamidia y las variantes de la hepatitis que se transmite por vía sexual, todas las cuales pueden afectar al feto o bebé en el cuerpo de las mujeres embarazadas, así como ocasionar partos prematuros o afectarla salud del bebé en cualquier forma.Las consecuencias de las ITS o ETS son variadas y todas altamente nocivas y en ocasiones fatales: muertes fetales y neonatales, cáncer cervicouterino, infertilidad, mayor riesgo de VIH y afectación en general de la cali-dad de vida de las personas infectadas.El control perinatal es el mejor método para detectar o descartar las ITS. También se ha comprobado que el control precoz de las ITS previene la infección del VIH en la población. Es por ello que los sistemas de salud de los países deben garantizar servicios accesibles, eca-ces y oportunos.Serdán et al., Responsabilidades de las Enfermedades en la Capacitación UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 26, Nº 113 Junio 2022 (pp. 165-174)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821 173Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401173173ISSN 2542-3401/ 1316-4821Serdán et al., Responsabilidades de las Enfermedades en la Capacitación B.La variedad de ETS amerita un esfuerzo adi-cional para su detecciónLas ETS son un grupo heterogéneo de dolencias, con diferentes características sintomatologías y etiolo-gías, así como tratamientos diferenciales [1], y, a veces, se presentan combinadas y en comorbilidades con otras patologías como el VIH SIDA. Ello hace más compleja la atención de salud y amerita una mayor cooperación entre los integrantes del equipo de salud. La frecuen-cia de la co-infección exige que uno de los pasos en su atención sea el descarte de otras ETI aparte de la ya detectada o diagnosticada. Entre otras diferencias, las ITS dieren en el tiempo en que se maniestan los síntomas. Es por ello que pue-de variar el tiempo de noticación, que pueden oscilar entre los 10 días del cancroide, hasta tres meses o meses en el caso de la sílis en sus tres variantes: primaria, secundaria y latente. Desde un punto de vista epidemiológico se sabe que la incidencia de las ITS es mayor en la población urba-na, solteras y jóvenes, que conforman el grupo de ma-yor riesgo, debido a deciencias en su educación sexual y la debida información y orientación en relación al uso de métodos de protección para tener sexo seguro.C.La variedad clínica de las ETSAsí como son diversas en sus efectos y evolución, por lo que hay que establecer con claridad los diagnós-ticos para realizar tratamientos diferenciales, las ETS dieren en sus manifestaciones clínicas e, incluso, en ocasiones se presentan en modalidades asintomáticas.Por otra parte, generalmente presentan síndromes característicos, reconocibles por el médico tratante o el equipo de salud a cargo. En este sentido, vale indicar que no todas ni siempre tienen evidencias en los genita-les, sino que presentan otros síntomas. Estos van desde la secreción uretral, cervicitis mucopurulenta, vulvova-ginitis, epididmitis, hasta lesiones ulcerosas en los ge-nitales. En algunos casos, la ETS da paso a la infección del VIH.Los antibióticos han demostrado su ecacia en el tratamiento de todas las ETS en general, y especialmen-te en el caso de las más frecuentes: la sílis, la clamidia, la gonorrea, tricomoniasis, y vaginosis bacteriana. Pero las ETS de etiología viral, tales como el herpes geni-tal, la hepatitis B o el VIH son incurables, aunque los pacientes deben recibir un tratamiento antiviral, sobre todo en el caso de las mujeres embarazadas, con el n de reducir el riesgo de infección al feto.Algunos de los problemas en el niño son detectables desde el momento del nacimiento, pero otros, no, sino que se descubrirán incluso años después. La mayoría de estos problemas pueden prevenirse con un adecuado y oportuno control perinatal.Las pruebas de detección tempranas son las reco-mendaciones más constantes a la hora de planicar la acción del equipo de salud frente a las ETS o ITS en mujeres embarazadas. Esta labor de detección debe in-cluir a las parejas sexuales de la persona afectada. V.CONCLUSIONES1.La relevancia mundial de la morbilidad y la morta-lidad ocasionada por las ETS o ITS justican la aplica-ción de las orientaciones dictadas por la OMS acerca de una estrategia global contra este tipo de enfermedades. Por lo que los gobiernos deben tomar cartas en el asunto para garantizar a la población, y en especial a los grupos de mayor riesgo (de extracción urbana, jóvenes y ado-lescentes) y a las mujeres embarazadas, una atención primaria oportuna que pueda desarrollar con éxito las labores de detección o descarte de las ITS o su adecuada atención mediante la administración del tratamiento ya establecido2.Son fundamentales la organización de campañas educativas de prevención en los grupos de mayor ries-go, los jóvenes de ambos sexos, para instruir acerca de las consecuencias del sexo no seguro, así como de los métodos de protección más adecuados y la regulariza-ción de la actividad sexual, si es posible con parejas estables, evitando factores de peligro como la prosti-tución, la promiscuidad y su relación con problemas sociales, que también son problemas de salud pública, como las drogas. Estos programas preventivos debe ha-cer uso, no solo de las instituciones educativas, son de los medios de comunicación, las redes sociales y demás actividades de divulgación y orientación que pueden llevar a cabo las instituciones de atención de la salud.3.Hay que superar las carencias y décits en el re-gistro de las ETS o ITS, para poder obtener una infor-mación actualizada y veraz acerca de la proliferación de este tipo de patologías, que no sólo afectan a la persona infectada por vía sexual, sino también a los nuevos be-bés que aún están en formación en el cuerpo de su ma-dre, quien puede transmitirle la enfermedad y ocasionar graves consecuencias, incluida la muerte.REFERENCIAS[1]Organización Mundial de la Salud, «Estrategia Mun-dial del sector de la salud contra las infecciones de transmisión sexual 2016-2021,» OMS, Ginebra, 2016.[2]«Guía de Atención de las Enfermedades de Transmi-sión Sexual,» Ministerio de Salud de la República de Colombia, Bogotá, 2014.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 26, Nº 113 Junio 2022 (pp. 165-174)ISSN-e: 2542-3401, ISSN-p: 1316-4821 174Tolentino S. y Caraballo S. Simulación numérica del ujo de aire.UNIVERSIDAD, CIENCIA y TECNOLOGÍA Vol. 21, Nº 82 Marzo 2017 (pp. 4-15)ISSN 2542-3401174174ISSN 2542-3401/ 1316-4821[3]Organización Panamericana de la Salud, «Infeccio-nes perinatales,» OPS, Santiago, 2010.[4]M. Díez y A. Díaz, «Infecciones de transmisión se-xual: epidemiología y control,» Revista Española de Sanidad , vol. 13, nº 1, pp. 58-66, 2012. [5]CDC, «Las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo,» CDC, México, 2018.[6]AIDSCAP/Family Health International, «El Control de las ETS, un manual para el diseño y la administra-ción de Programas.,» AIDSCAP, 1997.[7]M. Malpartida Ampudia, «Enfermedades de Tran-misión sexual en Atención Primaria,» Revista Médica Sinergia, vol. 5, nº 4, pp. 405-4016, 2020. [8]J. Rodríguez Vicente, Guía de buena práctica clínica en ITS, Madrid: Ministerio de Sanidad España, 2015. [9]K. 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