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Los docentes conocen a cabalidad a través de la experiencia que la elaboración de una frase conlleva una
serie de capacidades que resultan ser las condiciones básicas para que se pueda desarrollar el mismo, por lo
que es importante que los niños adquieran inicialmente el lenguaje oral para poder pasar al escrito [7].
Actualmente, las personas usan el lenguaje como una acción inherente a su razón de ser, en muchas
ocasiones el lenguaje oral pasa a ser algo transparente que permite expresar emociones de forma
espontánea mediante el uso de las palabras. Es a través de las conversaciones que el ser humano se relaciona
con otros individuos, forma equipos, organizaciones, sociedades, proyectos, entre otros. Es mediante las
conversaciones que se pueden coordinar acciones tanto a nivel personal como profesional [8].
La comprensión y el uso del lenguaje oral están relacionados al progreso que ha tenido la persona en
alfabetización, es decir, en aprendizaje de la lectura y escritura desde los inicios de su vida. Es así como el
lenguaje empieza desde la infancia, antes de emitir la primera palabra, es decir, que los niños tienen desde los
primeros meses, la capacidad de comunicarse mediante diversos mecanismos, como es el llanto, la risa, los
gestos, entre otros [9]. La Asociación Española de Pediatría, manifiesta que existen varios factores que
determinan el desarrollo lingüístico de los niños, como es la familia, el ambiente sociocultural, la herencia y la
escolarización [9]. El habla es un elemento de la habilidad lingüística, es una destreza que se practica desde
que el niño es un bebé, ya que a medida que los niños van creciendo, llegan a darse cuenta de que un
conjunto de sonidos específicos, organizados de determinada manera, tiene un significado y poco a poco,
también aprenden que las palabras se combinan de muchas formas y que sirven para transmitir sus ideas a
otras personas [9].
La expresión oral expresa ideas compuestas por la relación de palabras claras y entendibles en el entorno
lingüístico que le da sentido y significado a lo que se desea comunicar [10]. Es necesario tener fluidez verbal
para comunicarse pues esta se adquiere en muchos casos relacionados directamente con la cultura, pues la
persona a través de la cultura participa en actividades que desarrollan esta habilidad, que además puede
educarse. En este contexto, leer libros, buscar en internet, socializar, escuchar música en el idioma propio, ver
videos de diferente índole, ver películas, documentales, pueden ser fundamentales para el enriquecimiento
del lenguaje, no solo en niños sino en todas las personas [11]. Desde los primeros años de vida el desarrollo
del lenguaje oral, se encuentra vinculado a los juegos que por costumbre realizan los padres y miembros
cercanos de la familia. Cuando los niños empiezan hablar les gusta jugar con el lenguaje, deforman los
sonidos o las palabras, pronuncian al revés, entre otras cosas. Pero todo ello, es un conjunto de actividades
que se van desarrollando paulatinamente hasta lograr un lenguaje apropiado que favorezca su comunicación
[3].
La teoría sociocultural o de interacción, destaca por sus aportes investigativos respecto al entorno y las
relaciones sociales. Lev Vygotsky publicado en 1995 menciona que el lenguaje en sus inicios es de carácter
social, luego sus funciones se desagregan en el habla comunicativa, trasmitiendo un mensaje y egocéntrica,
referente a pensamientos no exteriorizados mediante las palabras [12]. Otro autor que comparte esta
percepción, desde el aprendizaje por descubrimiento, es Bruner en 1986, donde manifiesta que el niño
interpreta y negocia mediante el lenguaje cuando ha establecido contacto a partir de los vínculos que tiene
con las demás personas, considerando este momento como el inicio de su adquisición [13]. De esta forma, el
ser humano logra comprender su contexto y tener su espacio en la cultura. Desde la teoría sociocultural, se
entiende que los factores contextuales y el apoyo de los adultos intervienen en el desarrollo del lenguaje,
siempre que los niños sean el centro del aprendizaje, pues, su adquisición es de forma social, luego interioriza
el significado de los signos, todo esto a partir de actividades como: narrando cuentos, escuchar sus
monólogos, conversaciones cortas o preguntas, mostrando objetos con su respectiva palabra, cantando y
otros juegos [13]. La teoría cognitiva se centra en el desarrollo intelectual de la infancia, considerando que el
lenguaje se determina por la maduración del infante, quien primero aprende el concepto y los esquemas
mentales, luego emplea palabras y frases. De este modo, el progreso de los procesos cognitivos permite que
los niños memoricen, asimilen, recuerden y asocien el significado y objeto de las cosas [14].
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Vol. 27, Núm. 121, (pp. 52-63)
Guaranda J.et al. Sistema de actividades para el desarrollo del lenguaje oral en niños de 5 años