Promoción de la educación ambiental en
estudiantes de educación primaria
Resumen: En este trabajo se ha desarrollado un programa para evaluar y fortalecer la formación ambiental.
Para ello se han analizado dos grupos de trabajo, uno de control y otro experimental, a los que se le han
aplicado dos estrategias simultáneas, por un lado, el grupo de control recibió un acompañamiento tradicional,
mientras que el grupo experimental recibió el programa diseñado. Para la recolección de información se
empleó un cuestionario que pretendía medir las competencias adquiridas en el proceso. Los principales
resultados muestran que el programa educativo es altamente efectivo para la formación ambiental y permite
a los estudiantes adquirir un conocimiento significativo en el tiempo. Estos hallazgos muestran la imperiosa
necesidad de incorporar nuevas estrategias educativas en la enseñanza y llevar una supervisión continua para
su mejoramiento a largo plazo.
Palabras clave: educación medioambiental, sostenibilidad, ecología.
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 9-17)
Cunya G. et al. Promoción de la educación ambiental en estudiantes de educación primaria
Guadalupe Cunya Llacsahuanga de Angeldonis*
https://orcid.org/0000-0002-1342-5812
gcunya@ucvvirtual.edu.pe
Universidad César Vallejo
Piura, Perú
9
Recibido (01/09/2024), Aceptado 12/12/2024)
https://doi.org/10.47460/uct.v29iSpecial.872
Promoting environmental education in primary school students
Abstract.- In this work, a program has been developed to evaluate and strengthen environmental training. To
do so, two work groups were analyzed, one control and one experimental, to which two simultaneous
strategies were applied. On the one hand, the control group received traditional support, while the
experimental group received the designed program. For information collection, a questionnaire was used to
measure the skills acquired. The main results show that the educational program is highly effective for
environmental training and allows students to gain significant knowledge over time. These findings show the
urgent need to incorporate new educational teaching strategies and to carry out continuous supervision for
long-term improvement.
Keywords: environmental education, sustainability, ecology.
Manuela Cunya Llacsahuanga
https://orcid.org/0000-0001-9518-927X
mcunya@ucvvirtual.edu.pe
Universidad César Vallejo
Piura, Perú
María Encarnación Cunya Llacsahuanga
https://orcid.org/0009-0003-7672-3520
mcunyal@ucvvirtual.edu.pe
Universidad César Vallejo
Chiclayo, Perú
María del Pilar Timaná Aquino
https://orcid.org/0000-0002-5561-0573
02810405@posgrado.unp.edu.pe
Universidad Nacional de Piura
Piura, Perú
Tipo de artículo: artículo de investigación
Autor de correspondencia: gcunya@ucvvirtual.edu.pe
I. INTRODUCCIÓN
La problemática ambiental ha llegado a niveles críticos a escala global, como consecuencia de la explotación
insostenible de los recursos naturales y de las actividades humanas que deterioran el entorno. Esta situación
pone en riesgo el bienestar de las futuras generaciones, al comprometer la salud del planeta y su capacidad
para sostener la vida. Así lo afirma Elizabeth Kolbert, quien es la autora de algunas de las más potentes
narrativas disponibles hoy acerca de las complejas relaciones de los humanos con el medio ambiente y su
significado para el mantenimiento de la vida en la tierra [1]. Es cierto que muchos estudios y autores han
destacado la importancia de abordar la crisis ambiental en el ámbito educativo, especialmente en la formación
de las nuevas generaciones. El sector educativo tiene un papel fundamental para sensibilizar a los niños sobre
los problemas ecológicos y proporcionarles las herramientas necesarias para convertirse en ciudadanos
conscientes, responsables y activos en la protección del medio ambiente [2].
La educación para el desarrollo sostenible, promovida por organismos internacionales como la UNESCO, es
un enfoque que integra la educación con el desarrollo económico, social y ambiental. Este enfoque tiene
como objetivo empoderar a las personas para que comprendan y actúen sobre los desafíos globales,
buscando un futuro más justo y equitativo para todos. En el marco de la Agenda 2030, la educación ambiental
se articula como una herramienta clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que
abordan temas como la erradicación de la pobreza, la igualdad de género, la sostenibilidad ambiental y la paz,
entre otros [3].
Uno de los ODS más vinculados a la educación ambiental es el ODS 4, que promueve una educación
inclusiva, equitativa y de calidad, y el acceso a oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para
todos. Este objetivo reconoce la importancia de ofrecer una educación que no solo sea accesible, sino
también que fomente el desarrollo de competencias para que las personas puedan contribuir al desarrollo
sostenible de sus comunidades y sociedades. En resumen, la Educación para el Desarrollo Sostenible, en
consonancia con el ODS 4, no solo tiene como fin mejorar la calidad de la educación, sino también
prepararnos para enfrentar los retos del siglo XXI desde una perspectiva integral y sostenible [4].
Es cierto que, en América Latina, y en particular en Perú, la educación ambiental juega un papel fundamental
en la formación de ciudadanos conscientes y responsables frente a los desafíos ambientales que enfrenta la
región. El Proyecto Educativo Nacional al 2036 en Perú, prioriza a la ciudadanía ambientalmente responsable,
reconoce la importancia de la educación como un pilar para fomentar la protección del medio ambiente y la
preservación de la biodiversidad. Sin embargo, la implementación de la educación ambiental en las
instituciones educativas enfrenta diversos obstáculos que limitan su efectividad. Así lo afirman algunos
autores [5].
Este trabajo tuvo la finalidad de evaluar el efecto de un programa de educación virtual en el fortalecimiento
de la educación ambiental en estudiantes de primaria de la escuela Tambogrande en Perú. Para ello se ha
aplicado una encuesta a los estudiantes y se ha analizado su desempeño y e impacto con respecto a la
conciencia y las conductas ambientales observando un antes y después de aplicar este programa.
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II. DESARROLLO
La educación ambiental es clave para formar ciudadanos responsables y conscientes de su impacto en el
medio ambiente. Incorporar la educación ambiental en la planificación educativa no solo implica transmitir
conocimientos, sino también promover actitudes y valores que favorezcan el desarrollo sostenible. Es
preocupante que, a pesar de la existencia de lineamientos curriculares, muchas instituciones no implementen
de manera efectiva una cultura ambiental sostenible. Esto puede deberse a la falta de formación docente,
recursos o incluso la priorización de otros temas en el currículo. Por ello, el rol de los docentes es
fundamental. Deben actuar como agentes de cambio, utilizando estrategias didácticas que capten el interés
de los estudiantes y fomenten una conexión emocional con el ambiente. Estas permiten que los estudiantes
no solo comprendan los problemas ambientales, sino que también desarrollen habilidades críticas y creativas
para resolverlos. Además, al trabajar desde la infancia, se pueden sembrar hábitos y valores que persistan en
la vida adulta, así lo afirman diversos autores [6]. Promover una educación ambiental innovadora y efectiva
requiere un esfuerzo conjunto entre docentes, directivos, familias y la comunidad.
La educación ambiental no debería restringirse al aula, sino que debe trascender hacia el entorno familiar y
comunitario. Esto se debe a que los cambios de comportamiento necesarios para enfrentar los desafíos
ambientales requieren un enfoque integral y colaborativo. Involucrar a la familia tiene varios beneficios, como
lo es refuerzo de valores compartidos, donde los niños y jóvenes pueden llevar lo aprendido en el aula a sus
hogares, fomentando el diálogo y la reflexión conjunta sobre prácticas sostenibles, así también, crear hábitos
consistentes con el desarrollo de actividades como el reciclaje, el ahorro de energía o el consumo
responsable en el hogar refuerza lo aprendido en el aula y lo convierte en rutina; cuando la familia se
involucra, las acciones sostenibles no solo afectan a los individuos, sino también al entorno comunitario,
amplificando el impacto positivo, esto lo afirman algunos autores [7].
Diversos autores han desarrollado estudios para evaluar la efectividad de programas educativos centrados
en el uso de plantas como herramienta para mejorar el entorno ambiental entre estudiantes de educación
primaria. Estos programas resultan ser altamente eficaz, ya que no solo mejora la percepción y la calidad del
entorno escolar, sino que también promueve una mayor conciencia ambiental entre los estudiantes [8].
Los proyectos de huertos escolares son una herramienta educativa poderosa que conecta a los estudiantes
con la naturaleza, promoviendo tanto el aprendizaje práctico como valores esenciales para la sostenibilidad.
Al involucrar a los estudiantes en actividades como el cultivo y cuidado de plantas, estos programas logran
múltiples beneficios como lo es fomentar el sentido de responsabilidad ambiental donde los niños desarrollan
un compromiso directo con el cuidado de las plantas y el entorno, aprendiendo la importancia de sus
acciones en el bienestar del medio ambiente, aprendizaje práctico y significativo al trabajar con elementos
vivos, como las plantas, los niños y jóvenes internalizan conceptos de biología, ecología y sostenibilidad de
forma tangible, más allá de la teoría. Además, crea un Impacto intergeneracional donde los programas
trascienden las aulas al promover la transferencia del conocimiento al hogar y la comunidad, fomentando la
participación familiar y fortaleciendo una cultura ambienta, esto lo respaldan algunos autores. [9] .
La teoría del constructivismo creada por Piaget y Vygotsky es un enfoque educativo que enfatiza que el
aprendizaje es un proceso activo y personal, en el que los estudiantes construyen su propio conocimiento a
partir de sus experiencias previas, interacción con el entorno y reflexión. En lugar de recibir información de
manera pasiva, el aprendiz participa de forma activa en el proceso de aprendizaje. Los fundamentos
principales de esta teoría explican que el aprendizaje activo promueve a los estudiantes a ser los
protagonistas de su formación. Construyendo significativamente medios de interacción con el mundo y la
resolución de problemas reales, la importancia de las experiencias previas con cada persona en función de
los conocimientos que ya posee. Estos conocimientos previos actúan como un marco de referencia para
asimilar y relacionar nueva información [10].
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Esta teoría permite la Interacción social que ocurre de manera más efectiva a través de la colaboración y el
intercambio de ideas con otras personas, como docentes, compañeros y miembros de la comunidad. El rol
del docente en el constructivismo no es una figura que transmite conocimientos de manera directa, sino un
facilitador que guía, estimula el pensamiento crítico y crea ambientes de aprendizaje enriquecedores. Así lo
afirman algunos autores [11] . Las teorías de Ausubel, Vygotsky y Piaget ofrecen perspectivas
complementarias sobre el aprendizaje, enfatizando diferentes aspectos del desarrollo cognitivo y la
construcción del conocimiento. Cada una de estas teorías ha contribuido de manera significativa a entender
cómo los estudiantes adquieren y procesan nuevos conocimientos. David Ausubel sostiene que el aprendizaje
es significativo cuando el nuevo contenido se conecta de manera sustancial y lógica con los conocimientos
previos del estudiante. Esto implica que Los estudiantes necesitan una base de conocimiento que actúe como
"anclaje" para la nueva información, el aprendizaje significativo es más efectivo que el aprendizaje
memorístico, ya que promueve una comprensión más profunda y duradera, los organizadores previos
(estructuras introductorias que preparan al estudiante para el nuevo contenido) son herramientas clave en
este proceso [12].
Paulo Freire, educador y filósofo brasileño reconocido como uno de los mayores referentes en pedagogía
crítica afirmaba que la educación es un proceso liberador que permite a los individuos comprender y
cuestionar las estructuras de opresión, la educación liberadora fomenta la conciencia crítica (o
"concientización"), permitiendo a los estudiantes convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.
Freire describió el modelo tradicional de enseñanza como una educación bancaria, donde los docentes
depositan conocimientos en los estudiantes, quienes los almacenan pasivamente. Este modelo perpetúa la
opresión al inhibir el pensamiento crítico. Propuso en su lugar un modelo de educación dialógica, basado en
el diálogo y la colaboración entre docentes y estudiantes, donde ambos son aprendices y maestros al mismo
tiempo. Su enfoque dialógico y transformador sigue siendo una referencia clave para quienes buscan una
educación que fomente la equidad, el pensamiento crítico y la acción social, la ecología profunda, crítica al
antropocentrismo, propone una nueva ética ambiental que valora el bienestar intrínseco de todos los seres
vivos, reconoce la riqueza de la naturaleza como un valor fundamental [13].
III. METODOLOGÍA
Esta investigación se clasifica como aplicada, empleando un enfoque cuantitativo y un diseño
cuasiexperimental; a un grupo se le aplicó una intervención. La muestra estuvo compuesta por 46
participantes, 23 para el grupo de control y 23 para el grupo experimental. La selección de la muestra fue no
probabilística, es decir, intencionada. La técnica que se utilizó fue la encuesta y el instrumento fue el
cuestionario que se les aplicó a los dos grupos en dos momentos. La confiabilidad del instrumento se evaluó
mediante el juicio de cinco expertos; además, la validez se comprobó mediante una prueba piloto, y la
confiabilidad a través de las pruebas coeficiente alfa de Cronbach y Omega la cual indican una alta
confiabilidad. Se realizo la prueba de normalidad con Shapiro-Wilk y se usó la U de Mann-Whitney; para
comprobar las hipótesis; el tamaño del efecto se realizó con Correlación biseriada de rangos, obteniendo un
alto efecto.
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IV. RESULTADOS
En este apartado se presentan los hallazgos obtenidos basados en la evaluación de la información
recopilada. A partir de ello se describen las características generales de la muestra mediante el análisis
descriptivo y los resultados inferenciales que permiten verificar las hipótesis planteadas.
La comparación de los niveles de educación ambiental entre el grupo experimental y el grupo de control
antes y después de la intervención arroja datos relevantes que destacan la efectividad del programa
educativo. Los niveles de educación ambiental al inicio, el Grupo experimental muestra que el 52% de los
estudiantes se encuentra en un nivel medio de educación ambiental y el 48% en un nivel bajo de educación
ambiental. Por sus partes, el grupo de control el 70% se encontraba en un nivel intermedio de educación
ambiental, el 30% en un nivel bajo de educación ambiental y ningún estudiante alcanzó un nivel alto en
educación ambiental. Arrojando una conclusión inicial donde ambos grupos presentaron niveles de educación
ambiental similares, sin diferencias significativas, lo que garantiza condiciones comparables al inicio del
estudio.
Los niveles de educación ambiental tras la intervención muestran que el grupo experimental el 70% de los
estudiantes alcanzaron un nivel alto de educación ambiental y el 30% permanecieron en un nivel medio.
Mientras que el grupo de control (sin intervención) el 70% de los estudiantes mantuvieron un nivel medio de
educación ambiental y el 30% permanecieron en un nivel bajo. Se puede decir como conclusión posterior al
estudio que el grupo experimental mostró un progreso significativo en los niveles de educación ambiental,
mientras que el grupo de control no presentó mejoras sustanciales.
Los análisis estadísticos muestran una diferencia significativa en los niveles de educación ambiental tras la
intervención en el grupo experimental en comparación con el grupo de control, con un valor de p < 0,001,
esto refuerza la eficacia del programa educativo para mejorar los niveles de educación ambiental. El programa
educativo fue altamente efectivo para aumentar los niveles de educación ambiental en el grupo experimental,
evidenciado por el incremento del 70% en el nivel alto de educación ambiental tras la intervención. Por el
contrario, el grupo de control no experimentó avances significativos, lo que resalta la necesidad de
implementar programas educativos específicos y estructurados para fomentar una mayor conciencia
ambiental. Así lo afirman algunos autores [14]. Los investigadores han documentado cómo programas
similares enriquecen la conciencia ambiental en múltiples dimensiones, lo que puede incluir aspectos
cognitivos, actitudinales y conductuales, esto refuerza la idea de que iniciativas educativas orientadas al medio
ambiente generan un cambio significativo en los participantes, promoviendo actitudes responsables hacia el
entorno [15].
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Tabla 1. Comparación de los niveles de la educación ambiental entrada y salida.
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Tabla 2. Comparación de niveles de las actitudes en los estudiantes entrada y salida.
El análisis de resultados y relación con la teoría social de Bandura y a su vez con el programa educativo en la
dimensión de actitudes arroja que antes de la intervención el grupo experimental refleja un 52% de los
estudiantes con un nivel bajo en actitudes y un 48% con un nivel medio en actitudes. Por su parte, el Grupo
de Control un 48% de estudiantes demostró un nivel bajo y un 52% con un nivel medio. Después de la
intervención el grupo experimental demostró que los estudiantes obtuvieron un 61% de nivel alto en
actitudes. Esto refleja una mejora significativa en esta dimensión tras la aplicación del programa. Así mismo el
grupo de control los resultados para demuestran que el 30% de los estudiantes alcanzó un nivel alto, 35%
permaneció en nivel medio y un 35% en nivel bajo, lo que muestra menos progreso en comparación con el
grupo experimental.
Los resultados confirman que el programa tuvo un impacto positivo y significativo en las actitudes de los
estudiantes del grupo experimental, superando ampliamente los avances observados en el grupo de control.
Algunos autores afirman que los estudiantes presentan una percepción positiva hacia los talleres de huertos
escolares. Según estos estudios, actividades participativas y experienciales son percibidas como útiles,
educativas y entretenidas, lo que fomenta actitudes más positivas hacia el cuidado del entorno [16] .Los
fundamentos claves de la relación con la teoría social de Bandura enfatiza que el comportamiento humano es
el resultado de la interacción entre factores personales, conductuales y ambientales, donde se incluyen
factores personales como lo son las creencias y expectativas de los estudiantes, los factores conductuales que
reflejan en la participación activa en talleres y actividades del programa y los factores ambientales que
Incorporan el entorno educativo, como los huertos escolares y las dinámicas de los talleres. Esto contribuyó a
un cambio en las actitudes hacia el medio ambiente, ya que los estudiantes comenzaron a percibir su
participación como significativa y capaz de generar impacto [17]. El Programa educativo no solo mejoró las
actitudes de los estudiantes hacia el medio ambiente, sino que también validó la teoría social de Bandura, al
mostrar cómo la combinación de factores personales, conductuales y ambientales puede influir en el
desarrollo de comportamientos y actitudes positivas.
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Los resultados en valores en el grupo experimental, antes de la intervención demostraron que el 0% de los
estudiantes se encuentra en un nivel alto de valores, el 48% obtuvieron un nivel medio y el 52% en nivel bajo.
Luego de la intervención el 91% de los estudiantes alcanzaron un nivel alto de valores y este cambio
representa una mejora significativa en la adopción de valores relacionados con la protección ambiental. Por
su parte, el grupo de control antes de la intervención el 70% de los estudiantes en obtuvo un nivel medio y el
30% un nivel bajo. Luego del estudio el 57% permanecieron en nivel medio, el 43% de los estudiantes se
ubicaron en nivel bajo. Esto refleja que el grupo de control no experimentó mejoras sustanciales, destacando
la eficacia del programa aplicado al grupo experimental. Las conclusiones principales arrojan que el programa
educativo promovió una transformación notable en los valores de los estudiantes del grupo experimental
hacia la protección ambiental. En contraste, el grupo de control mostró una ligera disminución en sus niveles
de valores, posiblemente por la falta de una intervención educativa enfocada. El programa presenta
consistencia con estudios previos arrojando resultados que coinciden con investigaciones que señalan que
los talleres ambientales en la educación básica favorecen el desarrollo de valores, al conectar el aprendizaje
con situaciones problemáticas del entorno real, esta metodología permite a los estudiantes contextualizar y
aplicar lo aprendido, promoviendo un cambio significativo en sus valores y actitudes [18].
Cunya G. et al. Promoción de la educación ambiental en estudiantes de educación primaria
Los resultados arrojan que el grupo experimental antes de la intervención, demuestran que un 52% de los
estudiantes obtuvo un nivel bajo, 48% en nivel medio y 0% en nivel alto, así mismo, después de la intervención
el 52% de los estudiantes alcanzaron un nivel alto y el 39% permanecieron en nivel medio y Solo el 9% se
mantuvo en nivel bajo. Afirmando que este cambio evidencia un avance significativo en los conocimientos
ambientales tras la implementación del programa educativo, con una transformación destacable en el nivel
alto.
Por su parte, el grupo de control antes de la intervención obtuvo un 39% en nivel bajo, 61% en nivel medio y
un 0% de estudiantes en nivel alto, posterior a la intervención no se evidenció estudiantes en nivel alto, pero si
un incremento en nivel bajo del 26% al 39% y un 61% permanecieron en nivel medio. Concluyendo que en el
grupo de control no se observaron avances significativos, lo que refuerza la eficacia del programa aplicado al
grupo experimental. El Programa educativo logró avances significativos en los conocimientos de los
estudiantes del grupo experimental, gracias a su enfoque participativo y centrado en metodologías
innovadoras. Estos resultados destacan la importancia de incorporar estrategias activas en la enseñanza para
fomentar no solo la adquisición de conocimientos, sino también el respeto y compromiso hacia el medio
ambiente.
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Tabla 3. Comparaciones de los niveles de los valores entrada y salida en los estudiantes.
Tabla 4. Comparación de los niveles de los conocimientos en la entrada y salida.
Los resultados del grupo experimental antes de la intervención refleja que el 70% en nivel medio, 30% de los
estudiantes están en el nivel bajo y un 0% en nivel alto posterior a la intervención un 70% alcanzaron un nivel
alto, 30% permanecieron en nivel medio y 0% de estudiantes en nivel bajo. Estos resultados evidencian una
mejora significativa en las prácticas relacionadas con la educación ambiental tras la implementación del
programa por otra parte, el grupo de control antes de la intervención, 43% de estudiantes se encuentran en
nivel bajo, 57% en nivel medio y 0% en nivel alto, después de la intervención el 30% permanecieron en nivel
bajo, 70% en nivel medio y un 0% en nivel alto. Se puede concluir parcialmente que En el grupo de control no
se observaron avances significativos, reflejando la falta de impacto positivo sin una intervención educativa
estructurada. La estrategia educativa aplicada al grupo experimental demostró ser efectiva para fomentar
prácticas sostenibles y responsables hacia el medio ambiente. Los estudiantes no solo mejoraron su nivel de
práctica ambiental, sino que también alcanzaron un nivel alto que no se observó en ningún momento en el
grupo de control. Los hallazgos coinciden con investigaciones que destacan la importancia de programas
educativos ambientales. En particular, los programas enfocados en temas específicos, como la clasificación de
desechos, han demostrado generar conductas y prácticas sostenibles [19].
Cunya G. et al. Promoción de la educación ambiental en estudiantes de educación primaria
El programa educativo evidenció su capacidad para transformar las prácticas ambientales en los estudiantes
del grupo experimental, logrando avances que no se observaron en el grupo de control. Estos resultados
respaldan la importancia de las intervenciones educativas ambientales, no solo para mejorar conocimientos y
actitudes, sino también para influir directamente en las prácticas y comportamientos que beneficien al medio
ambiente. En conjunto con estudios previos, se reafirma la necesidad de una educación ambiental temprana y
continua como parte integral del desarrollo sostenible [20].
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Tabla 5. Comparación de los niveles en las prácticas de entrada y salida.
CONCLUSIONES
La aplicación del programa educativo articuló de manera innovadora actividades pedagógicas que combinan
teoría y práctica, fortaleciendo significativamente la educación ambiental en los estudiantes de la institución
educativa pública de Tambogrande. Esto facilitó un aprendizaje más integral y relevante para los discentes.
Fomentando actitudes Proactivas en los estudiantes del grupo experimental quienes mostraron un cambio
notable hacia actitudes más proactivas, incluyendo una mayor predisposición a participar en actividades
comunitarias enfocadas en la protección ambiental y una sensibilidad incrementada ante problemas
ecológicos. Promovió el Desarrollo de Valores ambientales mediante actividades grupales y reflexivas, el
programa aportó valores como la equidad intergeneracional y la justicia ambiental, logrando un compromiso
más fuerte en La transformación de entornos educativos promovió prácticas concretas como la instalación de
huertos escolares y la reducción de residuos mediante el reciclaje, convirtiendo los espacios educativos en
entornos sostenibles. De manera general se puede concluir que El Programa educativo demostró ser una
estrategia efectiva para fomentar la educación ambiental en los estudiantes, promoviendo conocimientos,
valores, actitudes y prácticas sostenibles. Su enfoque práctico y contextualizado lo convierte en un modelo
replicable para otras instituciones educativas comprometidas con el desarrollo sostenible y la formación de
ciudadanos responsables con el medio ambiente.
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