Modelo de cyberlearning para promover el
aprendizaje activo
Resumen: Este estudio presenta la implementación y evaluación de un modelo de cyberlearning orientado a
promover el aprendizaje activo en estudiantes de bachillerato, integrando herramientas digitales, estrategias
pedagógicas constructivistas y entornos virtuales interactivos. A partir del análisis de indicadores como la
participación estudiantil, el rendimiento académico y las competencias digitales, se evidenció una mejora
significativa tras la aplicación del modelo, respaldada estadísticamente mediante una prueba t para muestras
relacionadas (p < 0,001). Los resultados reflejan la pertinencia del cyberlearning como estrategia educativa
inclusiva y adaptable, aunque también revelan brechas tecnológicas que afectan su adopción equitativa. Se
destaca la necesidad de formación docente continua, planificación pedagógica diferenciada y políticas
institucionales que garanticen el acceso y uso efectivo de las TIC. En este contexto, el modelo propuesto
contribuye a la transformación educativa en entornos híbridos, reforzando la autonomía, la motivación y la
preparación de los estudiantes para escenarios académicos y laborales altamente digitalizados.
Palabras clave: modelo de cyberlearning, aprendizaje activo, herramientas digitales, entornos virtuales.
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
*Francisco David Icaza Paredes
p7002291964@ucvvirtual.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-6039-2673
Universidad César Vallejo, Extensión Piura
Piura, Perú
411
https://doi.org/10.47460/uct.v29iSpecial.953
Cyberlearning model to promote active learning
Abstract.- This study presents the implementation and evaluation of a cyberlearning model to promote active
learning in high school students, integrating digital tools, constructivist pedagogical strategies, and interactive
virtual environments. Based on the analysis of indicators such as student participation, academic
performance, and digital skills, a significant improvement was evidenced after applying the model, statistically
supported by a t-test for related samples (p < 0.001). The results reflect the relevance of cyberlearning as an
inclusive and adaptable educational strategy, although they also reveal technological gaps that affect its
equitable adoption. The research emphasizes continuous teacher development, differentiated pedagogical
approaches, and institutional policies ensuring effective ICT integration. This model contributes to educational
transformation in hybrid environments, enhancing student autonomy and preparing learners for digitalized
academic and professional contexts.
Keywords: cyberlearning model, active learning, digital tools, virtual environments.
Tipo de artículo: artículo de investigación
*Autor de correspondencia: p7002291964@ucvvirtual.edu.pe
Recibido (27/12/2024), Aceptado (23/02/2025)
Gionella Ivett Rodríguez Alarcón
p7002291973@ucvvirtual.edu.pe
https://orcid.org/0000-0003-1808-9798
Universidad César Vallejo, Extensión Piura
Piura, Perú
I. INTRODUCCIÓN
La incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el ámbito educativo ha
transformado profundamente las dinámicas de enseñanza y aprendizaje, así como las formas de interacción
entre los estudiantes y los contenidos. Este proceso ha redefinido la manera en que los educandos
construyen conocimiento, requiriendo enfoques pedagógicos más activos, colaborativos y centrados en el
estudiante. Desde una perspectiva integral, Rosabal et al. [1] destacan que los entornos virtuales de
aprendizaje deben contemplar cuatro características fundamentales: interactividad, flexibilidad, escalabilidad y
estandarización. La interactividad promueve la participación consciente del estudiante en su formación; la
flexibilidad permite adaptar los contenidos a diversas necesidades pedagógicas; la escalabilidad posibilita la
implementación con grupos de distintos tamaños; y la estandarización facilita la interoperabilidad de recursos,
optimizando el proceso educativo. No obstante, el uso de las TIC en contextos escolares también presenta
desafíos.
Andrade [2], en un estudio realizado con estudiantes de primer año de secundaria en la Unidad Educativa
Montepiedra (Perú), identificó un uso frecuente e independiente de dispositivos electrónicos como celulares y
tabletas, muchas veces sin supervisión adulta. Esta situación evidencia la urgencia de fomentar una mayor
participación de las familias en el acompañamiento digital, así como la necesidad de generar conciencia sobre
los efectos del uso excesivo de redes sociales en el rendimiento académico y el bienestar psicológico de los
estudiantes. Si bien los dispositivos digitales se utilizan principalmente para realizar tareas escolares,
actividades como juegos, visualización de videos y consumo de música tienden a generar distracciones que
impactan negativamente en el desempeño académico y las relaciones interpersonales.
Estudios recientes han mostrado que la implementación de entornos virtuales de aprendizaje contribuye
significativamente a la mejora del proceso educativo mediante la promoción de metodologías activas,
colaborativas y centradas en el estudiante. En una investigación desarrollada por David y Fuentes [3], se
reportaron resultados positivos respecto al uso de herramientas tecnológicas que facilitaron la integración de
estrategias pedagógicas innovadoras, fortaleciendo la comprensión conceptual y el trabajo cooperativo entre
los estudiantes. Los hallazgos revelaron que el 85 % de los participantes percibieron que las actividades
mediadas por plataformas digitales mejoraron sustancialmente su comprensión y aplicación de los
contenidos, reflejando altos niveles de satisfacción con el enfoque metodológico adoptado. Por su parte, Arias
et al. [4] destacaron que la implementación de Entornos Virtuales de Enseñanza-Aprendizaje (EVEA) no solo
resultó funcional desde el punto de vista técnico y operativo, sino también motivadora para los estudiantes.
En esta investigación, más del 80 % de los encuestados consideraron que el entorno virtual facilitó su proceso
de aprendizaje, haciéndolo más atractivo, accesible y continuo. Además, se observó una disposición favorable
hacia la continuidad en el uso de estas herramientas, consolidando así su pertinencia como recurso
pedagógico en contextos híbridos y presenciales.
En este trabajo se ha desarrollado un modelo de cyberlearning para promover un aprendizaje activo en
estudiantes de bachillerato, para lo cual se ha organizado el trabajo en cuatro secciones principales: en la
primera se han descrito las generalidades del tema, en la segunda se exponen los fundamentos teóricos, en la
tercera se describen los procesos metodológicos, y finalmente se presentan los resultados y conclusiones.
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
412
Icaza D. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
II. DESARROLLO
La incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el ámbito educativo ha
transformado de manera sustancial los procesos tradicionales de enseñanza-aprendizaje, generando nuevas
dinámicas en la gestión del conocimiento, la interacción pedagógica y la construcción del aprendizaje. Desde
una perspectiva global, organismos como la UNESCO han señalado que las TIC no deben concebirse
únicamente como herramientas de apoyo, sino como catalizadores de innovación educativa, capaces de
facilitar el acceso equitativo al conocimiento, promover la inclusión digital y potenciar competencias del siglo
XXI, tales como el pensamiento crítico, la colaboración y la autonomía del aprendizaje.
En este contexto, las TIC han permitido el desarrollo de entornos virtuales que superan las barreras físicas
del aula convencional, habilitando espacios flexibles, asincrónicos y personalizados. Estas tecnologías no solo
amplían las oportunidades de aprendizaje, sino que transforman el rol del docente, quien asume funciones de
mediador, facilitador y diseñador de experiencias educativas apoyadas en recursos digitales. Asimismo, los
estudiantes adoptan un papel más activo en su proceso formativo, accediendo a contenidos diversos,
participando en comunidades de aprendizaje y desarrollando habilidades para gestionar su propio
conocimiento en contextos digitales.
Numerosos estudios han demostrado que la integración adecuada de las TIC puede enriquecer la
experiencia educativa, mejorar la motivación estudiantil y favorecer el desarrollo de aprendizajes significativos.
No obstante, esta transformación requiere una planificación estratégica, infraestructura tecnológica,
formación docente continua y una visión pedagógica clara que articule el uso de las tecnologías con los
objetivos curriculares. En suma, las TIC representan un eje fundamental en la evolución de los modelos
educativos contemporáneos, en especial en aquellos que buscan transitar hacia enfoques más dinámicos,
interactivos y centrados en el estudiante.
A. Cyberlearning: definición y enfoques
El término cyberlearning ha surgido como una evolución natural del aprendizaje mediado por tecnología,
reflejando un enfoque más complejo y multidimensional que trasciende las prácticas tradicionales del e-
learning. Este concepto integra herramientas digitales avanzadas, inteligencia artificial, análisis de datos,
entornos inmersivos y redes de colaboración para construir experiencias de aprendizaje activas,
personalizadas y adaptativas. A diferencia de modelos anteriores, el cyberlearning se basa en la convergencia
entre el desarrollo tecnológico y las ciencias del aprendizaje, haciendo énfasis en la creación de entornos
interactivos que estimulan la exploración, la autorregulación y la resolución de problemas en contextos reales
o simulados.
Desde una perspectiva conceptual, el cyberlearning abarca múltiples dimensiones que incluyen la
conectividad permanente, el acceso ubicuo a los recursos, la posibilidad de seguimiento y retroalimentación
en tiempo real, así como la integración de múltiples canales sensoriales para enriquecer el proceso de
enseñanza-aprendizaje (figura 1). Su enfoque se alinea con principios del constructivismo y el aprendizaje
situado, donde el estudiante no solo recibe información, sino que construye su conocimiento a través de la
interacción continua con tecnologías inteligentes, contenidos dinámicos y comunidades virtuales.
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
413
Fig. 1. Elementos del modelo cyberlearning.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
414
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
Además, este modelo favorece el desarrollo de habilidades clave para el siglo XXI, tales como el pensamiento
crítico, la alfabetización digital, la comunicación efectiva en entornos virtuales y la capacidad de aprender de
manera autónoma en escenarios de alta complejidad. En este sentido, el cyberlearning no debe entenderse
como una simple modalidad de educación en línea, sino como un ecosistema de aprendizaje emergente que
redefine los roles del docente, el diseño curricular y la mediación pedagógica.
B. Diseño de modelos educativos basados en TIC
El diseño de modelos educativos sustentados en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)
representa un eje estratégico en la transformación de la enseñanza contemporánea. Estos modelos no se
limitan a la digitalización de contenidos, sino que configuran nuevas arquitecturas pedagógicas donde la
tecnología se articula intencionadamente con las metas de aprendizaje, las estrategias didácticas y la
evaluación. La integración efectiva de TIC exige una visión sistémica y reflexiva, que considere las
características del contexto educativo, las competencias digitales del profesorado y las necesidades
específicas del estudiantado.
Entre los marcos teóricos más influyentes en el diseño de modelos pedagógicos apoyados en TIC se
destacan el modelo TPACK (Technological Pedagogical Content Knowledge) y el modelo SAMR (Substitution,
Augmentation, Modification, Redefinition). El modelo TPACK propone una articulación equilibrada entre el
conocimiento disciplinar, pedagógico y tecnológico, permitiendo al docente tomar decisiones informadas
sobre el uso de recursos digitales en función del contenido y las necesidades de aprendizaje. Por su parte, el
modelo SAMR ofrece una taxonomía para evaluar el nivel de integración tecnológica, desde la simple
sustitución de herramientas hasta la redefinición total de las prácticas educativas.
Además, los principios del diseño instruccional contemporáneo enfatizan la necesidad de generar
experiencias activas, centradas en el estudiante y orientadas al logro de competencias. En este sentido, los
entornos virtuales deben ser diseñados bajo criterios de accesibilidad, usabilidad, interacción y
retroalimentación continua, incorporando elementos como gamificación, recursos multimedia, simulaciones y
entornos colaborativos. El objetivo no es solo incorporar tecnología, sino construir ecosistemas de
aprendizaje significativos, flexibles y sostenibles.
Así, los modelos educativos basados en TIC se consolidan como instrumentos clave para responder a los
desafíos del aprendizaje en la era digital, permitiendo una educación más inclusiva, pertinente y alineada con
las demandas sociales y tecnológicas actuales.
C. Teorías clásicas
Jean Piaget, epistemólogo y psicólogo suizo, es ampliamente reconocido por su teoría del desarrollo
cognitivo, la cual sostiene que el aprendizaje es un proceso activo mediante el cual los individuos construyen
su conocimiento a partir de la interacción con su entorno. Según Piaget, el aprendizaje ocurre en etapas
secuenciales (sensorial-motriz, preoperacional, operaciones concretas y operaciones formales), y en cada una
de ellas el estudiante reorganiza sus esquemas mentales a través de procesos como la asimilación y la
acomodación. Desde esta perspectiva, el papel del educador es facilitar experiencias significativas que
desafíen los esquemas previos del estudiante, promoviendo así una reconstrucción activa del conocimiento.
En contextos de cyberlearning, los principios piagetianos destacan la importancia de diseñar actividades que
favorezcan la exploración autónoma, el descubrimiento guiado y el aprendizaje por medio de la interacción
con ambientes virtuales estructurados.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
415
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
Por su parte, Lev Vygotsky, psicólogo ruso y contemporáneo de Piaget, formuló la teoría sociocultural del
desarrollo cognitivo, la cual enfatiza el papel del entorno social, el lenguaje y la interacción como elementos
esenciales en el aprendizaje. Uno de sus conceptos más influyentes es la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP),
definida como la distancia entre lo que un estudiante puede hacer por solo y lo que puede lograr con la
ayuda de un guía más experimentado. En este marco, el aprendizaje no se concibe como una actividad
individual sino como una construcción social mediada por herramientas culturales, entre las cuales las
tecnologías digitales juegan hoy un papel central. Aplicado al cyberlearning, el enfoque de Vygotsky resalta la
importancia de los entornos colaborativos, el aprendizaje entre pares y el uso de tecnologías interactivas que
posibiliten el andamiaje cognitivo y el desarrollo progresivo de competencias a través de la mediación
pedagógica.
III. METODOLOGÍA
Se realizó una investigación de diseño correlacional-causal con una muestra de 40 estudiantes de
bachillerato, con edades comprendidas entre 17 y 18 años, correspondientes al área académica de
Electrónica de Consumo. En la tabla 1 se muestran los elementos del modelo aplicado.
Tabla 1. Elementos del modelo de Cyberlearning.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
416
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
El instrumento empleado fue la Escala de Aprendizaje Activo, compuesto por 10 ítems en formato Likert, con
las opciones de respuesta: nunca, a veces, con frecuencia y siempre. Esta escala evalúa dos dimensiones
clave: Cohesión de grupo y Conducción de grupo. Los resultados obtenidos fueron analizados utilizando la
técnica de Alfa de Cronbach. El Modelo de Cyberlearning utilizó una escala con 10 ítems, y para la Escala de
Aprendizaje Activo, se tuvieron 10 ítems.
Fig. 2. Elementos del modelo cyberlearning.
IV. RESULTADOS
Al evaluar el nivel de uso de las herramientas digitales, se encontró que una tendencia heterogénea en la
integración de herramientas digitales en el proceso educativo. Se observa que un 40 % de los estudiantes o
entornos analizados se sitúan en un nivel bajo de implementación, caracterizado por una utilización limitada
de tecnologías educativas. Esta situación está estrechamente vinculada con factores estructurales como la
escasa disponibilidad de recursos tecnológicos, deficiencias en la infraestructura, carencias en habilidades
digitales y una baja motivación tanto del alumnado como del cuerpo docente. Estas condiciones representan
barreras significativas para avanzar hacia modelos de aprendizaje más innovadores y participativos.
Del mismo modo, un 40 % se ubica en un nivel medio, lo cual sugiere una adopción parcial de tecnologías
educativas, combinando enfoques tradicionales con herramientas digitales. Aunque este grupo evidencia una
apertura hacia el uso de las TIC, aún enfrenta desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a la
capacitación docente y la consolidación de una infraestructura tecnológica que permita una implementación
sostenida. Finalmente, solo un 20 % alcanza un nivel alto de cyberlearning, lo que implica una integración
plena y eficiente de recursos digitales, acompañada de competencias tecnológicas sólidas y entornos
institucionales más favorables. En este nivel, las barreras se reducen considerablemente, ya que existe acceso
estable a tecnologías, programas de formación continua y una actitud proactiva hacia la innovación educativa.
Este panorama evidencia la necesidad de diseñar estrategias diferenciadas para atender las brechas
identificadas, promoviendo políticas de inclusión digital, fortalecimiento institucional y desarrollo profesional
docente, con el fin de transitar hacia entornos de aprendizaje más equitativos y efectivos.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
417
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
La evaluación del modelo de cyberlearning (Tabla 2) se estructuró a partir de criterios clave que permitieron
valorar tanto su implementación pedagógica como su impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje. A
través del uso de instrumentos combinados, como rúbricas, encuestas, bitácoras y pruebas diagnósticas, se
observaron indicadores asociados a la integración tecnológica, la participación estudiantil, el desarrollo de
competencias digitales y la percepción de los actores educativos involucrados. Los resultados esperados
apuntan a una adopción efectiva de las TIC en el aula, una mayor autonomía y motivación en los estudiantes,
así como una mejora sostenida en el rendimiento académico. Este enfoque de evaluación integral no solo
permite identificar el nivel de apropiación del modelo, sino también retroalimentar su diseño e
implementación futura, consolidando su potencial como una estrategia pedagógica innovadora y adaptada a
los desafíos del entorno educativo digital.
Tabla 2. Resultados de la evaluación del modelo de cyberlearning.
La implementación del modelo de cyberlearning en el aula de bachillerato evidenció mejoras sustanciales en
múltiples dimensiones del proceso educativo (Figura 3). Tal como se observa en el gráfico comparativo, los
indicadores asociados a la integración tecnológica, la participación estudiantil, el desarrollo de competencias
digitales, la satisfacción con el proceso formativo y el rendimiento académico experimentaron un aumento
significativo tras la aplicación del modelo. Estos resultados reflejan no solo una mayor apropiación de las
herramientas digitales, sino también una transformación en las prácticas pedagógicas, fomentando un
aprendizaje más activo, autónomo y colaborativo. El modelo no solo logró optimizar la experiencia educativa
en entornos digitales, sino que también promovió un cambio de mentalidad tanto en docentes como en
estudiantes, consolidando su valor como una estrategia efectiva para afrontar los desafíos del aprendizaje en
la era digital.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
418
fig. 3. Resultados de la implementación del modelo de cyberlearning.
A. Pruebas estadísticas
Se realizó una prueba estadística t de student para verificar la efectividad del modelo antes y después de su
aplicación (tabla 4).
Tabla 4. Prueba t-Student.
Los resultados obtenidos mediante la prueba t de Student para muestras relacionadas evidencian una
diferencia estadísticamente significativa en las calificaciones de los estudiantes antes y después de la
implementación del modelo de cyberlearning. La media de rendimiento académico previa al modelo fue de
64,06 puntos, mientras que posterior a su aplicación se incrementó a 77,39 puntos. El valor del estadístico t
fue de 11,88 con un valor de p menor a 0,001, lo cual indica que la mejora observada no se debe al azar, sino
que puede atribuirse con un alto nivel de confianza a la intervención pedagógica implementada. Estos
hallazgos respaldan empíricamente la efectividad del modelo propuesto, reafirmando su potencial como
estrategia para fortalecer el aprendizaje activo y elevar el desempeño académico en contextos de educación
media.
B. Discusión
Los hallazgos de este estudio se alinean con los fundamentos del constructivismo, destacando la relevancia
del aprendizaje activo y la colaboración en entornos mediados por tecnología. Tal como afirman Montoya
Acosta et al. [5], el uso de las TIC puede fortalecer el aprendizaje constructivista al facilitar el acceso a recursos
digitales y promover la interactividad. No obstante, la heterogeneidad observada en la adopción del modelo
de cyberlearning evidencia una integración desigual de dichas tecnologías, lo cual puede estar asociado a
barreras estructurales y habilidades limitadas en el manejo de herramientas digitales. Esta problemática es
resaltada por Pascagaza y Estrada [6], quienes enfatizan la necesidad de modernizar la educación virtual para
lograr una implementación más efectiva de las TIC. La presencia del 40 % de estudiantes en el nivel bajo de
integración tecnológica refuerza esta preocupación, reflejando una brecha que, según De-la-Hoz-Franco et al.
[7], debe abordarse con urgencia si se desea consolidar una transformación educativa acorde a las exigencias
de la economía global.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
419
En términos metodológicos, es importante reconocer ciertas limitaciones que inciden en la generalización de
los resultados. La muestra compuesta por 40 estudiantes, aunque útil para un análisis exploratorio, podría no
representar de manera amplia la diversidad del contexto educativo. En este sentido, se recomienda que
futuras investigaciones incluyan muestras más amplias y heterogéneas, así como enfoques metodológicos
mixtos que integren observaciones directas y técnicas cualitativas. Esto permitiría una triangulación de datos
más robusta y una comprensión más profunda del impacto de las TIC en distintos entornos escolares. La
pertinencia del presente estudio se ve acentuada en el contexto post-pandemia, en el cual la aceleración del
uso de tecnologías educativas ha hecho que investigaciones como esta sean especialmente relevantes [8].
Finalmente, este trabajo contribuye a la literatura sobre TIC en educación al visibilizar la variabilidad en su
adopción entre estudiantes. Comparado con estudios previos como el de Lorduy y Naranjo [9], centrado en la
enseñanza de las ciencias, se evidencia que persisten desafíos importantes para lograr una integración
efectiva y generalizada de estas tecnologías. En línea con Arancibia et al. [10], los resultados destacan la
urgencia de una formación docente continua y especializada, especialmente en contextos donde predomina
el uso limitado de herramientas digitales. Asimismo, se reafirman las conclusiones de Pastora Alejo y Fuentes
Aparicio [11], quienes proponen una planificación pedagógica que considere las diferencias en acceso y
habilidades digitales de los estudiantes, orientando así estrategias más inclusivas y eficaces para el
fortalecimiento del aprendizaje en entornos virtuales.
Este estudio tiene implicaciones para la práctica educativa, sugiriendo la necesidad de políticas
institucionales que promuevan la equidad en el acceso a la tecnología y el desarrollo de habilidades digitales.
Como señalado por Pérez et al. [12], el desarrollo de resiliencia universitaria a través del pensamiento
sistémico puede ser crucial para enfrentar los desafíos asociados con la integración de las TIC en la educación.
La investigación sobre el Modelo de Cyberlearning y el aprendizaje activo en estudiantes de bachillerato
técnico ha revelado una integración desigual de las TIC en el proceso educativo. Aunque algunos estudiantes
se benefician significativamente de las tecnologías educativas, una proporción considerable necesita más
apoyo. Estos hallazgos subrayan la importancia de mejorar la infraestructura tecnológica, proporcionar
capacitación continua a los docentes y desarrollar estrategias pedagógicas inclusivas. La investigación
contribuye al cuerpo de literatura existente y ofrece recomendaciones prácticas para avanzar en la integración
de las TIC en la educación, destacando su relevancia en el contexto científico y social actual.
La importancia del apoyo y la capacitación docente en la integración de tecnologías de la información y la
comunicación (TIC) no puede ser subestimada. Los resultados de la investigación muestran que mientras
algunos docentes están motivados y capacitados para usar las TIC de manera efectiva, un número significativo
todavía enfrenta desafíos en este aspecto. Esto se alinea con los hallazgos de Arancibia, Cabero y Marín [9],
quienes encontraron que las creencias de los docentes sobre la enseñanza y el uso de TIC influyen
significativamente en su implementación. La capacitación continua y el desarrollo profesional son esenciales
para cambiar estas creencias y mejorar la adopción de tecnologías en el aula.
CONCLUSIONES
La implementación del modelo de cyberlearning demostró ser una estrategia pedagógica eficaz para
fortalecer el aprendizaje activo en el nivel de bachillerato, promoviendo una participación más autónoma y
significativa por parte del estudiante. Su aplicación permitió transformar el aula en un entorno híbrido
dinámico, donde la tecnología no actúa solo como un recurso complementario, sino como una mediación
integral para la construcción de conocimiento. Esta transformación pedagógica generó un impacto positivo
observable en los niveles de participación, competencias digitales, rendimiento académico y satisfacción
estudiantil, lo cual valida empíricamente la utilidad del modelo propuesto.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
420
La evidencia estadística respalda la efectividad del modelo al mostrar una mejora significativa en los
indicadores de desempeño después de su implementación. Esto sugiere que el cyberlearning, cuando se
estructura sobre principios constructivistas y se acompaña de recursos adecuados, puede superar las
limitaciones del aprendizaje tradicional, ofreciendo experiencias educativas más inmersivas, colaborativas y
adaptativas. Sin embargo, su éxito también depende del contexto institucional, del nivel de capacitación
docente y del grado de acceso equitativo a las tecnologías por parte de los estudiantes.
Pese a los avances alcanzados, el estudio reveló una brecha importante en el nivel de integración tecnológica
entre los estudiantes, lo que pone de manifiesto la necesidad de políticas inclusivas que reduzcan las
desigualdades digitales. La existencia de un alto porcentaje de estudiantes en los niveles bajo y medio de
cyberlearning indica que el simple acceso a la tecnología no garantiza su uso pedagógico efectivo. Se requiere
un esfuerzo articulado entre instituciones educativas, familias y entes gubernamentales para garantizar una
alfabetización digital sólida y el fortalecimiento de una infraestructura que respalde procesos de enseñanza-
aprendizaje mediados por TIC.
Desde una perspectiva formativa, el modelo evidencia la importancia de la capacitación continua del
profesorado en el uso de tecnologías aplicadas a la enseñanza. El rol docente evoluciona hacia el de
diseñador de experiencias digitales y facilitador del aprendizaje colaborativo, por lo que su preparación
técnica y pedagógica resulta clave para lograr una implementación efectiva. Este enfoque demanda una
redefinición del perfil docente acorde a las exigencias del siglo XXI, donde la competencia digital debe
integrarse de forma transversal en la práctica educativa.
Esta investigación confirma que el modelo de cyberlearning no solo responde a las necesidades del presente,
sino que anticipa los desafíos futuros de la educación. Su flexibilidad, capacidad de adaptación y orientación al
aprendizaje activo lo convierten en una herramienta valiosa para el desarrollo de competencias esenciales en
los estudiantes, preparándolos para enfrentar entornos académicos y laborales altamente digitalizados. En
este sentido, su aplicación no solo representa una mejora en los resultados inmediatos del proceso educativo,
sino también una inversión estratégica en la formación integral de ciudadanos digitales, críticos y
comprometidos con su entorno.
REFERENCIAS
[1] E. M.D. Rosabal, J. M.D. Vidal, A. E. G. Vázquez, Y. S. Martínez, G. R. Rodríguez, y D. Reyes, “La dimensión
didáctica de las tecnologías de la información y las comunicaciones,” Revista de Investigación en Tecnologías
de la Información: RITI, vol. 8, no. 15, pp. 8–15, 2020.
[2] C. I. Andrade Suárez, Diagnóstico y plan de mejora para el uso de dispositivos electrónicos de los
estudiantes de primero de secundaria de la Unidad Educativa Montepiedra, 2018. Disponible en:
https://alicia.concytec.gob.pe/
[3] A. J. M. Arias, J. A. L. Pinargote, G. T. R. León, y F. E. L. Armendáriz, “Los entornos virtuales como nuevos
escenarios de aprendizaje: el manejo de plataformas online en el contexto académico,” Revista de Ciencias
Humanísticas y Sociales (ReHuSo), vol. 5, no. 3, pp. 62–69, 2020.
[4] L. A. Montoya Acosta, M. D. R. Parra Castellanos, M. Lescay Arias, O. A. Cabello Alcivar, y G. M. Coloma
Ronquillo, “Teorías pedagógicas que sustentan el aprendizaje con el uso de las Tecnologías de la Información y
las Comunicaciones,” Revista Información Científica, vol. 98, no. 2, pp. 241–255, 2019.
[5] E. F. Pascagaza y L. C. Estrada, “Modernización de la educación virtual y su incidencia en el contexto de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC),” Revista Academia y Virtualidad, vol. 13, no. 2, pp. 103–
116, 2020.
[6] E. De-la-Hoz-Franco, O. Martínez-Palmera, H. Combita-Niño, y H. Hernández-Palma, “Las Tecnologías de la
Información y la Comunicación y su Influencia en la Transformación de la Educación Superior en Colombia
para Impulso de la Economía Global,” Información Tecnológica, vol. 30, no. 1, pp. 255–262, 2019.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Número Especial 2025, (pp. 411-421)
421
[7] Y. L. R. Hernández, A. G. Méndez, I. J. R. A. Fernández, y S. Á. Yero, “El aprendizaje y las nuevas tecnologías
de la información y las comunicaciones,” Revista Cubana de Educación Médica Superior, vol. 35, no. 3, pp. 1–
18, 2021.
[8] D. J. Lorduy Flórez y C. P. Naranjo Zuluaga, “Tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la
educación en ciencias,” Praxis y Saber, vol. 11, no. 27, 2020.
[9] M. L. Arancibia, J. Cabero, y V. Marín, “Creencias sobre la enseñanza y uso de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) en docentes de educación superior,” Formación Universitaria, vol. 13, no.
3, pp. 89–100, 2020.
[10] B. Pastora Alejo y A. Fuentes Aparicio, “La planificación de estrategias de enseñanza en un entorno virtual
de aprendizaje,” Revista Científica UISRAEL, vol. 8, no. 1, pp. 59–76, 2021.
[11] M. D. Andino y H. M. Sánchez, “Entornos virtuales de aprendizaje como apoyo a la enseñanza presencial
para potenciar el proceso educativo,” Killkana Sociales: Revista de Investigación Científica, vol. 1, no. 2, pp. 7–
14, 2019.
[12] I. T. S. Pérez, J. O. V. Intriago, K. V. S. Villamil, y A. K. T. Meza, “Pensamiento sistémico para el desarrollo de
la resiliencia universitaria,” Revista EDUCARE-UPEL-IPB-Segunda Nueva Etapa 2.0, vol. 25, no. 2, pp. 60–82,
2021.
Icaza F. y Rodríguez G. Modelo de cyberlearning para promover el aprendizaje activo