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Cantos N. et al. Toxoplasmosis en sangre y su incidencia en infantes que mantienen contacto con animales domésticos
https://doi.org/10.47460/uct.v29i127.962
Toxoplasmosis en sangre y su incidencia en
infantes que mantienen contacto con animales
domésticos
Nelly Monserrate Cantos Vera*
https://orcid.org/0009-0001-2697-7317
nmcantos@pucesm.edu.ec
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Sede Manabí
Portoviejo, Ecuador
Cindy María Toala Zambrano
https://orcid.org/0009-0004-0123-2142
cimatoza@hotmail.com
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Sede Manabí
Portoviejo- Ecuador
Recibido (17/12/2024), Aceptado (28/02/2025)
Toxoplasmosis in blood and its incidence in infants who maintain contact with domestic
animals
Abstract.- In this study, the incidence of toxoplasmosis in children from different social groups who are
related to domestic animals, especially cats, was studied. A quantitative, descriptive, non-experimental
methodology was used, using non-probabilistic convenience sampling. Home visits were made to collect
information on hygiene practices and the presence of cats in the homes. The data were analyzed using the Chi-
square test to evaluate the relationship between the variables. The main results revealed a high incidence of
toxoplasmosis in the child population studied, especially in those who lived with this type of animal, which is
very common at home. These findings underline the need to implement preventive strategies in areas with
high exposure and to promote hygiene education at home.
Keywords: toxoplasmosis, t. gondii, domestic animals, children, hygiene.
Resumen: En este trabajo se estudió la incidencia de la toxoplasmosis en niños de diferentes grupos sociales
que tienen relación con animales domésticos, especialmente gatos. Se empleó una metodología cuantitativa,
descriptiva, no experimental, utilizando un muestreo no probabilístico por conveniencia. Se realizaron visitas
domiciliarias para recolectar información sobre prácticas de higiene y la presencia de gatos en los hogares.
Los datos fueron analizados mediante la prueba de Chi- Cuadrado para evaluar la relación entre las variables.
Los principales resultados revelaron una alta incidencia de toxoplasmosis en la población infantil estudiada,
especialmente en aquellos que convivían con este tipo de animales muy frecuentes en casa. Estos hallazgos
subrayan la necesidad de implementar estrategias preventivas en áreas con alta exposición y promover la
educación de higiene en el hogar.
Palabras clave: toxoplasmosis, t. gondii, animales domésticos, niños, higiene.
Tipo de artículo: artículo de investigación
*Autor de correspondencia: nmcantos@pucesm.edu.ec
ISSN-E: 2542-3401, ISSN-P: 1316-4821
PERÍODO: ABRIL-JUNIO
Universidad, Ciencia y Tecnología,
Vol. 29, Núm. 127, (pp. 52-60)
Gabriela Andrea Chóez Cedeño
https://orcid.org/0009-0004-0209-436X
draandrea85@gmail.com
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Sede Manabí
Portoviejo, Ecuador
Javier Jonathan Matute Santana
https://orcid.org/0009-0008-2735-5932
mdjaviermatute@hotmail.com
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Sede Manabí
Portoviejo, Ecuador
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I. INTRODUCCIÓN
La toxoplasmosis es una infección provocada por el parásito protozoario Toxoplasma gondii, un
microorganismo unicelular particularmente prevalente en población felina, aunque los seres humanos y otros
animales también pueden ser susceptibles a su infección [1]. Afecta aproximadamente a unos 2.000 millones
de personas y, aunque solo un pequeño porcentaje de las personas infectadas padecerá una enfermedad
grave, la prevalencia del parásito la convierte en una de las enfermedades zoonóticas más dañinas del mundo
[2]. La transmisión de T. gondii puede ocurrir a través de diversas vías, incluyendo la ingesta de carnes crudas
o mal cocidas, el consumo de agua contaminada, transfusiones sanguíneas, así como por el contacto con
objetos contaminados, tales como utensilios de cocina (como cuchillos y tablas de cortar) o areneros de gatos
que contengan heces infectadas [3]. Además, la transmisión congénita representa un riesgo importante en la
población infantil, dado que la infección durante el embarazo puede generar complicaciones graves para el
recién nacido, como trastornos neurológicos y oculares [4]. Por esta razón, es crucial estudiar la incidencia de
toxoplasmosis en niños, especialmente en aquellos que tienen contacto frecuente con animales domésticos,
como gatos.
La seroprevalencia de toxoplasmosis en niños varía significativamente según la región, por ejemplo, en Irán,
un estudio encontró que el 16,2% de los niños presentaban anticuerpos IgG contra T. gondii, sugiriendo una
prevalencia considerable en esa región [5], mientras que, en Turquía, aunque no existan datos para niños
menores de 12 años, se ha documentado un brote agudo en adolescentes de 14 a 18 años [6]. Por otro lado,
en países de Sudamérica como Brasil se ha reportado que hasta el 50% de los niños en edad escolar tienen
anticuerpos contra T. gondii, lo que indica una alta tasa de infección [7]. En la población en general, países
como Argentina y Colombia mantienen una prevalencia alta, con tasas que pueden superar el 50% en algunas
regiones, debido a las condiciones tropicales y subtropicales, que favorecen la supervivencia y dispersión del
toxoplasma [8].
En Ecuador, investigaciones previas indican una prevalencia del 90,1% en la región Costa. En particular, las
ciudades de la región Sierra exhiben los siguientes datos: Quito con un 46,5%, Ambato con un 21,6% y
Azogues con un 36,4%. Además, en la región Amazónica se ha registrado una prevalencia del 60,9% [9]. Si
bien existe evidencia de la presencia del parásito en Ecuador, los estudios sobre las cepas específicas que
circulan en el país son limitados, lo que resalta la necesidad de investigar más a fondo las cepas involucradas
en las infecciones [10]. Así mismo, la información respecto a la incidencia específica en niños que conviven con
animales domésticos es limitada, por lo que este vacío en la investigación resalta la necesidad de comprender
los factores de riesgo asociados a esta población en sectores donde la presencia de mascotas es común.
El sector de la parroquia San Pablo, ubicado en la ciudad de Portoviejo (región Costa del Ecuador), se
caracteriza por tener una alta densidad de hogares con animales domésticos, lo que presenta condiciones
para la transmisión del parásito. Los niños, por su comportamiento exploratorio y contacto directo con el
suelo y objetos contaminados, están en riesgo de adquirir esta infección. Además, otros factores como la
escasa educación sobre higiene y ausencia de control sanitario pueden contribuir a la vulnerabilidad de los
menores a contraer toxoplasmosis. La evaluación de la incidencia de toxoplasmosis en este sector reviste una
importancia fundamental para establecer la magnitud del problema y su vinculación directa con la presencia
de mascotas y las tasas de infección. En este sentido, el propósito del presente estudio es analizar la
incidencia de toxoplasmosis en la población infantil residente en la parroquia San Pablo, del cantón Portoviejo
en Ecuador.
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II. DESARROLLO
A. Factores de riesgo asociados a la toxoplasmosis en niños: mecanismos de transmisión y prevención
Los datos relativos a la seroprevalencia en la población pediátrica oscilan entre un 0% y un 71,3%, mientras
que, en el contexto de América Latina, se registra una seroprevalencia del 56,8% [11]. Dada la limitada
disponibilidad de referencias a nivel regional y nacional en esta población, se carece de información sobre el
grado de infestación en este grupo etario. Sin embargo, es importante considerar la posibilidad de infestación,
la cual puede verse influenciada por la falta de conocimiento tanto de los padres como de los niños respecto a
los mecanismos de adquisición de la enfermedad, lo que podría facilitar la propagación de esta infección [12].
En el estudio [13], se observó que la seroprevalencia de T. gondii presenta una correlación positiva con la
edad de los infantes. Este hallazgo sugiere la hipótesis de que dicha relación podría ser atribuible a un
incremento en los años de exposición a lo largo del crecimiento del niño. También se constató que el contacto
con gatos y tocar tierra son factores de riesgo para que los niños presenten positividad de anticuerpos contra
esta infección. Del mismo modo, otros estudios han concluido que la alta prevalencia de toxoplasmosis en
niños se asocia con factores como la educación de la madre, edad, presencia de gatos en casa, ingresos
familiares, juego en la tierra/ arena y la eosinofilia [5], [14], [15].
Los gatos domésticos son la principal fuente de transmisión de Toxoplasma, ya que excretan grandes
cantidades de ooquistes. Estos pueden ser dispersos por insectos como moscas, cucarachas, escarabajos, o
inclusos por lombrices de tierra, que pueden llevarlo hasta los alimentos. Los gatos congénitamente
infectados también pueden excretar ooquistes, lo que amplía las fuentes de contaminación. La tasa de
infección en gatos suele reflejar la prevalencia en las poblaciones locales de aves y roedores, ya que se cree
que los gatos se infectan al consumir estos animales [16].
El potencial de contaminación ambiental por parte de un gato puede ser mucho mayor de lo que se pensaba
anteriormente, porque el 10% y el 71% de los gatos excretan ooquistes después de infecciones secundarias y
terciarias, respectivamente [17].California, Estados Unidos, se ha posicionado como pionero en la regulación
de la contaminación de aguas causada por T. gondii. Esta legislación estipula que los fabricantes de arena para
gatos deben incluir en sus productos etiquetas que orienten a los propietarios sobre la correcta disposición
de las heces de sus felinos, desalentando su eliminación por los inodoros, adicionalmente se sugiere que los
propietarios proporcionen a sus mascotas alimentos comerciales de alta calidad, asegurando así su bienestar
nutricional y evitando que busquen sustento a través de la caza fuera del hogar [18]. La implementación de
estrategias preventivas, tales como la optimización de prácticas de higiene alimentaria, el control de
poblaciones de felinos domésticos y la promoción de la educación en temas de salud pública, resulta
fundamental para disminuir la incidencia de enfermedades en diversas naciones de América Latina. Es
imperativo que la nutrición de los gatos, reconocidos como hospedadores definitivos del parásito, se ajuste a
medidas que contribuyan de manera sustancial a la reducción de la prevalencia de la toxoplasmosis,
minimizando así el riesgo de transmisión de esta enfermedad [8].
La propuesta educativa destinada a fomentar la concienciación y la adopción de prácticas preventivas contra
la infección por Toxoplasma gondii constituye un análisis exhaustivo para abordar de manera efectiva un
importante desafío en el ámbito de la salud pública [19], por lo que la toxoplasmosis exige enfoques
integradores, que traspasen los límites disciplinarios, que permitan gestionar y controlar la enfermedad.
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En ese sentido, la iniciativa Una Sola Salud promovida por la Organización Mundial de Salud relaciona
estrechamente la salud de las personas, los animales y los ecosistemas, por lo que los cambios en estas
relaciones pueden aumentar el riesgo y propagación de nuevas enfermedades humanas y animales. De forma
que busca optimizar la salud de estos tres componentes mediante su integración. Es fundamental, asimismo,
el análisis de las respuestas inmunitarias y de los mecanismos inflamatorios generados por las distintas cepas,
para anticipar los resultados clínicos de la enfermedad y formular estrategias efectivas de diagnóstico y
prevención [20].
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III. METODOLOGÍA
La metodología del estudio se desarrolló con un enfoque cuantitativo, de tipo descriptivo y no experimental,
con un diseño de corte transversal. Se realizó un muestreo no probabilístico por conveniencia, seleccionando
una muestra de 200 niños con edades comprendidas entre uno y seis años, a quienes se les habían realizado
previamente pruebas serológicas para detectar la presencia de anticuerpos IgG contra T. gondii. Esta muestra
fue la que el centro de salud de la parroquia San Pablo, en Ecuador, permitió acceder, ya que los datos fueron
obtenidos directamente de las bases de datos de pacientes pediátricos atendidos en dicho centro, además la
muestra incluyó tanto a niños que dieron positivo como negativo en estas pruebas.
Con base en esta información, se llevó a cabo una encuesta en escala de frecuencia dirigida a los padres de
familia de los menores, con el propósito de investigar la presencia de mascotas en el hogar, así como las
prácticas asociadas con la higiene del entorno en el que se desarrolla el niño. Los datos recolectados fueron
organizados en una base de datos en Excel, que posteriormente se trabajó en el software SPSS versión .25
para su análisis. Se aplicó la prueba estadística de Chi-Cuadrado para evaluar la relación entre la presencia de
mascotas, prácticas de higiene e infección por toxoplasmosis, dado su capacidad para analizar la
independencia de las variables categóricas. Las principales preguntas abordadas en esta investigación (tabla 1)
estuvieron centradas en conocer aspectos clave que permiten conocer los factores influyentes en la presencia
de toxoplasmosis.
Tabla 1. Características generales de la encuesta realizada.
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IV. RESULTADOS
La tabla 1 muestra que, de los 200 niños estudiados, el 53% tiene entre 4 y 6 años y el 47% entre 1 y 3 años,
indicando una distribución relativamente equilibrada entre los grupos de edad. Por su parte, en términos de
género se refleja una proporción similar de ambos sexos en la muestra. En cuanto al estado serológico de IgG
T. Gondii, se observó que el 83% de los niños son positivos, lo que indica una prevalencia elevada de infección
en la población estudiada, y solo el 17% resulta negativo, lo que refuerza la importancia del monitoreo de esta
enfermedad en los niños, especialmente en contextos de exposición.
Respecto a los hábitos de higiene, la mayoría de los padres reportaron que el entorno ambiental del niño es
regular. Esta percepción podría ser crucial para entender los factores que contribuyen a la prevalencia de la
toxoplasmosis, ya que los hábitos de higiene y el ambiente en que se desenvuelven los niños pueden influir en
su vulnerabilidad a infecciones. En relación a las prácticas de cocción de alimentos, un 38% afirma que
siempre cocina bien los alimentos, y un 32% lo hace solo a veces, lo que podría ser un factor de riesgo
importante, ya que la carne mal cocida es una de las fuentes de transmisión de T. gondii.
En cuanto al lavado de frutas y verduras, el 51% siempre las lava, pero hay una minoría que lo hace solo a
veces, lo que destaca la necesidad de mejorar las prácticas de higiene. Un 66% de los hogares reporta tener
gatos, por lo cual es un porcentaje relevante para la discusión, debido a que la presencia de gatos en el hogar
es un factor de riesgo conocido para la transmisión del parásito.
Es importante destacar que, en relación con el bienestar y la salud de los animales domésticos, el análisis se
ha centrado exclusivamente en el porcentaje de hogares que poseen un gato como mascota. De este modo, el
enfoque sobre el cuidado y la condición de esta especie felina se limita a dicho grupo específico, en el que se
observa que un 27% lo alimentan con comida casera y un 18% con alimentación mixta, lo que refleja diversas
prácticas de cuidado, aunque debería considerarse seguir pautas de nutrición adecuadas para gatos y
prevenir enfermedades zoonóticas. En cuanto a la conducta de caza, un porcentaje de los gatos caza ratas y
otros aves, lo que aumentar el riesgo de que se infecten con T. gondii y, a su vez, representen un riesgo para
los niños que entran en contacto con ellos.
El 23% de los dueños desparasita a los gatos casi siempre, y solo un 13% lo hace siempre, lo que podría
influir en el riesgo de transmisión del parásito. Además, un 29% de los gatos no es llevado al veterinario con
regularidad, lo que puede afectar la salud general de los animales y de los habitantes del hogar.
Los resultados de la prueba de Chi- Cuadrado (Tabla 2) revelan que existe una relación significativa entre la
presencia de gatos en el hogar y el resultado positivo de anticuerpos igG contra T. gondii, con un valor de Chi-
Cuadrado de Pearson de 79,518 y un valor p de 0,000, lo que nos lleva a rechazar la hipótesis nula y concluir
que las variables se asocian significativamente. Esto indica que la presencia de gatos en el hogar está
estrechamente relacionada con un mayor riesgo de exposición a T. gondii, especialmente en niños que viven
en estos entornos.
De forma tal que la alta prevalencia de la infección por T. gondii en los niños estudiados, junto con la
presencia significativa de gatos en los hogares, resalta la necesidad de implementar estrategias de prevención
y educación en higiene.
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La tabla cruzada (tabla 3) presenta la relación entre la seropositiva de IgG T. gondii y la convivencia con gatos
en los hogares de los niños participantes en el estudio. Según los datos, todos los niños con IgG negativa no
convivían con gatos, mientras que una proporción significativa de los niños con IgG positiva convivían con
estos animales. Esto sugiere que el contacto con gatos aumenta la probabilidad de exposición al parásito en
cuestión.
Desde una perspectiva práctica, estos resultados respaldan la hipótesis de que los gatos son un factor de
riesgo para la transmisión de toxoplasmosis, especialmente en niños. La alta prevalencia de IgG positiva en
niños que conviven con gatos indica que en estos hogares los niños están más expuestos a los ooquistes de
T. gondii excretados por los felinos, lo que eleva el riesgo de infección.
Es importante señalar que, aunque la mayoría de los niños con IgG positiva convivían con gatos, un pequeño
grupo de ellos no tuvo contacto con felinos. Esto sugiere que, aunque la convivencia con gatos esté asociada
con una mayor probabilidad de ser positivo para T. gondii, existen otros factores de riesgo o vías de
transmisión de la toxoplasmosis que no dependen exclusivamente de los gatos, como puede ser carne mal
cocida o contacto con heces de otros animales infectados.
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Tabla 2. Pruebas de chi-cuadrado.
Tabla 3. Relación entre la seropositividad de IgG T. gondii y la convivencia con gatos.
Por tanto, los resultados del estudio concuerdan con la evidencia global sobre la prevalencia de T. gondii en
niños, especialmente aquellos que conviven con gatos [5], [14]. A lo largo de varios estudios realizados en
diferentes regiones del mundo, se ha identificado que los gatos son los principales vectores responsables de
la dispersión de los ooquistes de T. gondii en el ambiente.
La excreción de ooquistes en felinos, tanto domésticos como salvajes, es un factor crítico para la propagación
de la toxoplasmosis. Esta transmisión ambiental aumenta el riesgo de infección en personas y animales que
entran en contacto con superficies o alimentos contaminados por estos ooquistes [2]. El riesgo de contagio es
mayor en regiones con felinos que tienen acceso a zonas rurales o no urbanizadas, lo que resalta la
importancia de controlar el acceso de los gatos a áreas públicas o de cultivo.
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La prevalencia del T. gondii varía significativamente dependiendo del entorno y la presencia de animales
como los gatos. En zonas donde la convivencia con gatos es más frecuente, se reporta un aumento en los
casos positivos de toxoplasmosis en humanos, especialmente en niños, que son más vulnerables a la infección
debido a sus hábitos de juego y contacto cercano con las mascotas [6].
En la misma línea, se discute la importancia de la transmisión congénita de T. gondii, donde la infección
durante el embarazo puede tener consecuencias graves, como aborto espontáneo o defectos congénitos.
Aunque no se observaron casos de transmisión directa en la muestra de este estudio, estos resultados
resaltan la necesidad de estrategias preventivas, especialmente para mujeres embarazadas, en áreas de alta
prevalencia. Por lo tanto, se debe promover la educación y la implementación de medidas preventivas que
mejoren las condiciones sanitarias en los hogares, el control de la alimentación y la desparasitación de los
gatos [5].
En países como Brasil, que datan con alta prevalencia de T. gondii en niños, se ha demostrado que los
factores socioeconómicos y la falta de acceso a servicios básicos de salud y educación juegan un papel crucial
en la propagación de la enfermedad. Las familias con recursos limitados son más propensas a vivir en
condiciones de mayor riesgo, como el contacto frecuente con animales infectados o el consumo de alimentos
contados [12]. En términos de control y prevención, se han propuesto diversas estrategias, como la
vacunación de gatos que podría ser una medida efectiva para reducir la carga ambiental de ooquistes, y en
consecuencia, disminuir la incidencia de la enfermedad en humanos. Sin embargo, su viabilidad se limita por la
falta de vacunas disponibles y la dificultad de garantizar que todos los felinos domésticos estén vacunados [9].
Prácticas preventivas que promuevan la práctica de higiene, podrían ser clave, como el lavado de manos
después de manipular gatos o sus heces, especialmente en hogares con niños pequeños [8]. Los hallazgos de
este estudio no solo confirman la relación significativa entre la presencia de gatos y la infección de T. gondii en
niños, sino que también resalta la urgencia de fortalecer medidas de control, tanto en términos de salud
pública como de educación para reducir la carga de esta enfermedad zoonótica.
CONCLUSIONES
La prevalencia elevada de T. gondii en niños de la zona estudiada destaca la relevancia de realizar
investigaciones epidemiológicas más amplias y detalladas sobre la distribución geográfica de esta enfermedad,
especialmente en comunidades con alta interacción entre niños y animales domésticos. Este trabajo aporta a
la comprensión de factores asociados con la toxoplasmosis en niños, considerando que las estrategias de
prevención deben ir más allá del control de los gatos, abarcando también factores socioeconómicos y
educativos para fomentar una mejor higiene ambiental en los hogares.
Los hallazgos obtenidos son consistentes con investigaciones previas que también indican que los gatos son
los principales responsables de la dispersión de los ooquistes de T. gondii, lo que subraya la importancia de
aplicar estrategias para el control de estos animales, como la desparasitación regular y la mejora de las
condiciones de higiene en los hogares, así mismo, se recomienda incluir programas de capacitación para los
dueños de gatos, enfocándose en prácticas que minimicen la transmisión del parásito. Entre las acciones
sugeridas se encuentran evitar que los gatos salgan al exterior a cazar, ofrecerles una dieta adecuada y
mantenerlos bajo control veterinario para reducir el riesgo de exposición a T. gondii.
De modo que los hallazgos refuerzan la necesidad de un enfoque integral de salud pública que considere las
interacciones entre los humanos, los animales, el medio ambiente, alineándose con el modelo de “Una sola
salud” promovido por la OMS para abordar de manera más efectiva la transmisión de enfermedades
zoonóticas
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Una limitación importante de este estudio es el tamaño de la muestra y la dificultad para obtener una
representación más amplia de la población infantil del sector. Esto podría afectar la capacidad de generalizar
los resultados. Además, el estudio no exploró todas las posibles fuentes de infección, por lo que se sugiere
realizar investigaciones futuras que aborden otras vías de transmisión y factores de riesgo en esta población.
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[18] N. Rivera y P. García, “El papel de los gatos en la toxoplasmosis. Realidades y responsabilidades”, Revista
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[19] F. Flores y F. Armijos, “Toxoplasma Gondii y factores de riesgo en adolescentes en estado de gestación
que acuden al laboratorio clínico integral FERFA”, MQRInvestigar, vol. 8, núm. 1, pp. 4233–4252, 2024, doi:
10.56048/MQR20225.8.1.2024.4233-4252.
[20] R. De Medeiros Brito et al., “Genetic diversity of Toxoplasma gondii in South America: occurrence,
immunity, and fate of infection”, Parasites & Vectors, vol. 16, núm. 1, p. 461, 2023, doi: 10.1186/s13071-023-
06080-w.
LOS AUTORES
Nelly Monserrate Cantos Vera, médica Especialista en enfermedades infecciosas y
Especialista en Medicina del Trabajo. Docente de la Universidad Laica Eloy Alfaro de
Manabí período académico 2023-24. Docente de la Pontificia Universidad Católica
del Ecuador sede Manabí.
Cindy María Toala Zambrano, Médica Especialista en Infectología Pediátrica.
Directora de Centro Médico-Odontológico “MEDIC-DENTIST”. Docente Titular de la
Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Manabí – Carrera de Medicina.
Gabriela Andra Chóez Cedeño, Médica Especialista en Oncología. Diplomado en
cuidados paliativos oncológicos y no oncológicos. Docente de la Universidad Laica
Eloy Alfaro de Manabí período académico 2023-2 y 2024-01. Docente de la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador sede Manabí.
Javier Jonathan Matute Santana, Médico Especialista en Infectología Pediátrica y en
Medicina del Trabajo. Director de Centro Médico “UNIMÉDICA MATUTE”. Docente
Tiempo Completo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Manabí–
Carrera de Medicina.
Cantos N. et al. Toxoplasmosis en sangre y su incidencia en infantes que mantienen contacto con animales domésticos